Sáb. Sep 7th, 2024

Los vehículos de los diferentes usuarios de España suelen mostrar algún que otro signo preocupante cuando un elemento del mismo no funciona correctamente o está próximo a sufrir daños irreversibles. Mantener nuestro coche ‘sano’ y cuidarlo de forma periódica y correcta provocará que se rebaje la probabilidad de error y, por lo tanto, aumentará la vida útil de nuestro ‘amigo de cuatro ruedas’.

En este caso, hablaremos de los diferentes colores que puede adoptar el humo que sale por el tubo de escape del coche. A continuación, os detallaremos el significado de los mismos, las posibles consecuencias y explicaremos el método de actuación en cada tipo de caso.

Humo negro

En primer lugar, nos centraremos en el humo negro. En condiciones normales, nos indicará que el motor está quemando excesivo combustible o posibles errores en el filtro de aire o inyectores. Asimismo, también habría que supervisar el regulador de la presión del combustible. El origen del color negro es debido a la mezcla de gasolina o diésel con aire y su incorrecto funcionamiento.

Este escenario es más común de lo habitual y es muy sencillo de descubrir: en la gran mayoría de los casos, el residuo quedará incrustado en el paragolpes del vehículo y en los diferentes elementos de la parte trasera, por lo que deberás de acudir a tu taller más cercano para que revise el posible fallo o error que produce esta situación.

Humo gris

Las dos posibilidades más altas que debemos de tener en cuenta ante este tipo de escenario son los problemas relacionados con el turbocompresor o un excesivo quemado del aceite. Dicha situación, que es más compleja de descubrir, también puede tener relación con los distintos fallos en el sistema de ventilación del cárter.

El hecho de enfrentarse a un atasco en la carretera o a un mal funcionamiento de los distintos elementos, generará una presión anómala que puede producir distintas fugas de aceite de menor o mayor gravedad. Lo más recomendable en este caso sería sustituir las válvulas PCV. Por último, también es aconsejable revisar el nivel de aceite con mayor frecuencia para detectar posibles problemas.

Humo blanco

Otra de las grandes posibilidades que se pueden dar ante este tipo de situación es que salga el humo blanco de nuestro tubo de escape. El ‘culpable’ de esta situación es, en la mayor parte de casos, la quema del líquido refrigerante. Ante este escenario, saldrá un humo blanco denso y no desaparecerá durante un buen rato, incluso si el coche va circulando.

El origen de este problema puede ser debido a la junta de la culata. Si nuestro problema procede de este elemento, el líquido entrará al motor y este se quemará, por lo que perderemos rendimiento y habrá una subida considerable de temperaturas. Por último, dicho problema también puede ser debido a problemas con el circuito de refrigeración o radiador, aunque esta situación es menos común de lo habitual.

Humo azul

La última opción es la salida de humo azul del tubo de escape. Esta situación nos indicará que el motor está quemando más aceite de lo normal debido, en la mayoría de los casos, al desgaste de los sellos de la guía de válvulas o los anillos del propio pistón. Es aconsejable revisar con frecuencia el nivel del aceite y acudir a nuestro taller de confianza para que revisen el vehículo ante este tipo de escenario. Por último, otra de las opciones que generan este color azul del humo es debido a los problemas relacionados con el soplado del turbo.


Source: Coches

Share Button

por admin