Sáb. Dic 28th, 2024

RACE

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Es verdad que una de las ventajas que más se destaca del coche eléctrico, además de sus cero emisiones, es sin duda la calidad de conducción gracias a la ausencia de ruidos procedentes de un motor de combustión.

Se reduce el estrés al volante e incita a conducir más tranquilo. Pero esta baja contaminación acústica tiene su lado negativo desde el punto de vista de la seguridad: aumenta el riesgo de atropello al peatón o ciclista, que puede no darse cuenta de la presencia de un vehículo por esa falta de sonido.

La seguridad siempre debe de estar por encima de la comodidad; por este motivo tanto en Europa como en Estados Unidos será obligatorio que todos los nuevos vehículos de propulsión eléctrica -incluidas las motocicletas y ciclomotores- fabricados a partir del 1 de julio y del 1 de septiembre de 2019, respectivamente, incluyan un sonido adicional que indique su presencia a baja velocidad.

La medida afecta a vehículos híbridos, híbridos enchufables, 100% eléctricos, eléctricos de autonomía extendida y de pila de hidrógeno cuyo peso esté por debajo de las 4,5 toneladas y que circulen por debajo de los 30 km/h tanto hacia delante como marcha atrás. La normativa también especifica que este sonido no podrá ser desconectado. El resto de vehículos eléctricos deberán incluir este sistema de forma obligatoria a partir del año 2021. Los vehículos de transporte de mercancías y de personas ya incluyen de forma obligatoria el sonido de alerta de marcha atrás.

El riesgo de atropello con un vehículo eléctrico es mayor

Gracias a esta medida, en Estados Unidos prevén que podrán evitarse unos 2.400 atropellos. Un estudio elaborado por la Administración Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NHTSA) entre los años 2000 y 2008 daba como resultado un 35% más de posibilidades de atropello de un vehículo eléctrico con respecto a otro convencional y un 57% más de riesgo de atropellar a un ciclista.

El motivo lo encontramos en esa ausencia de sonido. Aunque los viandantes deberían estar atentos al tráfico que les rodea con los cinco sentidos, muchas veces se dejan guiar sólo por el sonido que perciben y, como los eléctricos no suenan, no se percatan de su presencia. Y es que distinguir sonidos por debajo de los 3 decibelios es complicado para el oído humano. Si a esto le unimos que uno de cada tres atropellos está provocado por la imprudencia del peatón (estudio del RACE), el peligro aún es más evidente. Aquí puedes consultar las multas para peatones que se saltan las normas.

En la actualidad muchos modelos de propulsión eléctrica incluyen sistemas que emiten un sonido diferenciador, pero suelen ser desconectables, no están sujetos a ninguna regulación y no comparten características.

Las indicaciones de la Unión Europea que se reflejan en su propuesta no concretan demasiado cómo debe de ser el ruido que emitan estos vehículos eléctricos. Sí dice que el sonido debe ser continuo y ofrecer información suficiente a los peatones y resto de usuarios vulnerables: que identifique que procede de un vehículo y que suene similar a un vehículo de su categoría con un motor de combustión -gasolina o diésel-. Los fabricantes, en general, piden que el sonido que se adopte trate de mantener en lo posible las ventajas de la conducción sigilosa de un eléctrico.

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Source: Coches

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por admin