La Puerta del Sol volverá a ser remodelada este año, en uno de los proyectos llamados a ser bandera de legislatura para el alcalde José Luis Martínez-Almeida. 13 años después de que la circulación de coches quedara limitada a un solo carril, la Puerta del Sol será definitivamente peatonalizada y los elementos actualmente dispersos por la plaza quedarán alineados para dejar un espacio más abierto en el centro.
Como era de esperar tratándose de un espacio tan icónico de la ciudad, las críticas no han tardado en aparecer, centrándose en la falta de vegetación o la interrupción de la línea de autobuses que atravesaba la plaza. Ricardo Sánchez y José Ignacio Linazasoro (socios del estudio Linazasoro & Sánchez) son los arquitectos que han diseñado el proyecto de reforma, cuyas obras empezarán en los próximos meses.
Los detalles que han trascendido del proyecto muestran una Puerta del Sol mucho más despejada que la actual ¿Cuál es la intención?
Ricardo Sánchez: La idea es reforzar las líneas compositivas y formales que caracterizan la plaza. Sol, que ahora es un espacio público vertebrador del casco antiguo de Madrid, al principio estaba en una situación de borde y, por tanto, tenía una fisonomía de confluencia de calles, un espacio público que se alarga de este a oeste. Al crecer el casco histórico, Sol se quedó en una situación bastante central y en el siglo XIX se plantea el proyecto que la hace crecer y aporta ese característico arco norte con todas las fachadas iguales. Lo que hacemos nosotros es reforzar esas líneas.
¿La peatonalización definitiva de la plaza tiene ese mismo objetivo?
R. S.: El coche se había ido apropiando de la plaza hasta los años 80, cuando empieza un recorrido al contrario. Es cierto que desde 2009 solo queda un carril pero era una pena tener un espacio tan concurrido con un carril de tráfico atravesando. De todas formas no es solo un tema de tráfico, sino que lo que queremos es reforzar esas líneas.
¿Y de qué forma concreta plantean reforzar esas líneas?
R. S.: Ahora mismo hay una diversidad de elementos que se han ido colocando en la plaza sin rigor y no con una idea global del espacio. Son muchos elementos de mucha importancia y que son fuertes dentro de lo que es el imaginario de Madrid. Intentamos reforzar el arco norte con un banco y sus dos extremos sirven para atar los dos elementos que están un poco perdidos, la Mariblanca y el oso y el madroño. Los subimos dentro de esos bancos que sirven de pedestal.
La direccionalidad este-oeste, que está relacionada con la forma inicial de la plaza, la reforzamos situando esos elementos que ahora mismo están desperdigados por la plaza alineados desde el edificio de La Mallorquina hasta el de Apple y que son la entrada de metro, los quioscos, la fuente, el pabellón de Adif nuevo y otros quioscos.
El resto lo dejamos vacío para que la Puerta del Sol se refuerce como un foro donde se pueden hacer un montón de actividades y que ahora mismo está un poco compartimentado y particionado por un montón de elementos que se han ido dejando caer sin más.
¿Ese espacio vacío no puede quedar un poco a la intemperie durante el verano?
José Ignacio Linazasoro: La Puerta del Sol es un ágora, es un foro y un foro es un espacio despejado. La Puerta del Sol ha pasado de ser una especie de centro de tráfico, donde confluían todos los recorridos en los años 60, a ser, desde los 80 y sobre todo a partir de los últimos 10 o 15 años, un foro a nivel casi de país. Todo el mundo que va a Madrid va a la Puerta del Sol y lo que hace falta es un espacio abierto y libre.
A pesar de eso, mucha gente reclama que haya vegetación.
J. I. L.: Sol es una plaza y a veces hay un equívoco entre una plaza y unos jardines, como son los de la Plaza de España o la Plaza de Oriente. Una plaza, por ejemplo, es la Plaza Mayor y es un espacio despejado.
Evidentemente ese espacio siempre será menos concurrido en verano cuando haga calor, pero eso es un problema de la propia configuración del espacio. Todos los grandes espacios y plazas históricas como San Pedro o la Plaza Navona son así.
R. S.: Nosotros entendemos y compartimos la voluntad de arbolar, de introducir vegetación en los espacios urbanos porque analiza y tiene una función térmica, pero no hay que olvidar que la Puerta del Sol es el espacio urbano más transitado de Europa.
Una segunda razón es técnica, y es que un porcentaje muy importante de la superficie de la Puerta del Sol está por debajo vacía por las instalaciones de Metro o por centros de transformación o redes urbanas muy someras lo que dificulta plantar árboles. Y no se trata de poner 10 árboles donde puedas.
Hay una tercera razón, que es patrimonial. En el concurso, el proyecto tenía 14 árboles que estaban en el eje entre Mayor y la Carrera de San Jerónimo y que se han retirado porque (la Dirección General de) Patrimonio nos ha dicho que no se puede poner ningún árbol delante de las fachadas de la Puerta del Sol porque son bien de interés cultural y no queremos poner los árboles en medio de la plaza porque no tiene sentido.
Otro de los aspectos que más se está comentando es la retirada de la cubierta exterior de la salida de la estación de Cercanías, la llamada ‘ballena’. ¿Era imprescindible retirar una estructura que tiene menos de 13 años?
J. I. L.: Es un elemento que ha tenido un rechazo popular y profesional generalizado. Hay razones de varios tipos. Hay un problema de seguridad, la gente se sube a este elemento y hay un peligro real de que ese vidrio pueda fallar y se pueda hundir. Se han puesto unos cartelitos pero son totalmente ineficaces.
Por otro lado, es un obstáculo. En el proyecto que hemos hecho siempre se trata de eliminar todos los obstáculos posibles. Este es un obstáculo realmente importante dentro de la plaza, que obstaculiza su vista hacia los edificios patrimoniales y que tiene un carácter y un lenguaje más que discutible en relación con el contexto de la plaza.
Por estas razones creo que ha habido un acuerdo entre todos, hasta la ciudadanía está de acuerdo en suprimir este elemento que tiene incluso nombres peyorativos como la ballena o el tragabolas. Nosotros lo que planteamos es un elemento mucho más transparente.
R. S.: Independientemente del rechazo, hemos recibido el encargo de realizar otro pabellón y hemos intentado hacer el mejor para la plaza. La razón es la transparencia, un elemento que te permita ver los edificios del otro lado de la plaza, que desgraciadamente no puede ser pequeño porque marca la entrada a una infraestructura importante.
También queríamos que fuera un óvalo para evitar que en una plaza con tanto tránsito tuviera esquinas que obstaculizaran el paso. Y, además, queremos que se convierta en icónico.
J. I. L.: La forma oval también tiene relación con el propio lenguaje de la plaza y el arco que forman estos edificios del siglo XIX.
Ha habido versiones contradictorias sobre la permanencia o no del carril bici que cruza actualmente la plaza ¿Se va a mantener?
J. I. L.: El carril bici se mantiene.
R. S.: Vamos a continuarlo, lo que pasa es que de otra manera, algo que podría haber sido distinto, porque al no haber tráfico siempre una plaza que cruza una bicicleta genera problemas. Aun así vamos a mantener un carril bici que vamos a tratar de señalizar de la mejor forma posible.
Lo que ya se sabe que no va a continuar es la línea 3 de autobús, decisión contra la que algunos vecinos están recogiendo firmas.
R. S.: En el transporte público somos unos mandados porque nos hemos encontrado con una situación con la que en el fondo estamos de acuerdo, aunque puede haber una pérdida de funcionalidad con la pérdida de líneas de la EMT, pero que no es una decisión nuestra. No hemos hecho ninguna reordenación de las líneas de la EMT.
Source: Coches