Recorrer carreteras peligrosas se ha convertido en todo un desafío para los conductores más atrevidos. Más allá de unir destinos, estos tramos ponen a prueba las habilidades al volante con sus curvas cerradas, caminos estrechos sin asfaltar, alturas vertiginosas y trazados que parecen imposibles.
Aquí te presentamos cinco de las carreteras más peligrosas del mundo, donde un pequeño error puede acabar en tragedia. Por eso, extremar las precauciones en el volante es clave para velar por nuestra seguridad y la de nuestros acompañantes.
Camino a Los Yungas en Bolivia
Una de las más conocidas es el Camino a Los Yungas en Bolivia, también llamado «El Camino de la Muerte». Este tramo de 80 km une la ciudad de La Paz con la región de Los Yungas, y es considerado uno de los más peligrosos del mundo por sus estrechos caminos al borde de precipicios y la falta de barreras de seguridad.
El desafiante túnel de Guoliang en China
Otro ejemplo impactante es el túnel de Guoliang en China, construido a través de las escarpadas montañas de Taihang. Con 1,2 km de longitud, este túnel abierto en 1977 es famoso por su estrechez y por las ventanas excavadas en la roca que permiten vislumbrar el abismo.
La «Autopista de la Amistad»
En la frontera entre China y Pakistán se encuentra la carretera del Karakórum, considerada una de las vías pavimentadas a mayor altitud del mundo. También conocida como la «Autopista de la Amistad», esta ruta de 1.200 km que formaba parte de la antigua Ruta de la Seda alcanza los 4.693 metros sobre el nivel del mar, con tramos muy propensos a desprendimientos y aludes.
Las sinuosas curvas de «Los Caracoles» en Los Andes
El Paso Internacional Los Libertadores, que conecta Chile y Argentina a través de la cordillera de los Andes, es famoso por el tramo conocido como «Los Caracoles». Este segmento repleto de curvas sinuosas pone a prueba a los conductores, que deben extremar la precaución, especialmente en invierno.
La solitaria y gélida Dalton Highway en Alaska
Por último, la Dalton Highway o Ruta 11 en Alaska destaca por su peligrosidad debido a las condiciones climáticas extremas y la escasez de puntos habitados a lo largo de sus más de 600 km. Además de hielo y nieve, los conductores deben enfrentar caminos de grava, baches y la posibilidad de encontrarse con fauna salvaje en la ruta.
Recorrer estas carreteras supone un verdadero reto que requiere pericia, precaución y vehículos adecuados. Aunque su belleza paisajística es innegable, la decisión de aventurarse en ellas no debe tomarse a la ligera. Son rutas para valientes que, con la debida preparación y respeto, prometen una experiencia de conducción absolutamente inolvidable.
Source: Coches