La UE ha dado este lunes un paso más hacia una mayor integración por lo que respecta a permisos de conducción y persecución y gestión de las multas de tráfico con la aprobación por parte de los ministros de Transporte de la posición con la que negociarán con el Parlamento Europeo la actualización de sendas directivas que, entre otros aspectos, darían lugar a un permiso de conducir acompañado para jóvenes desde los 17 años y una más intensa persecución de las infracciones de tráfico entre distintos Estados miembros, incluidas por no respetar zonas de bajas emisiones como las que se están implantado en España.
El último Consejo formal de Transportes de la presidencia española -que ha sido el primero del nuevo ministro, Óscar Puente– ha cerrado ocho posiciones de los Veintisiete para negociar con el Parlamento sendas nuevas regulaciones sobre transporte por carretera y marítimo y entre ellas dos piezas legislativas que tienen que ver con el «paquete de seguridad vial».
Carnet a los 17
La primera busca actualizar la normativa europea sobre seguridad en carretera, que data de 2006, y se centra en el papel de los conductores y en su formación. Es aquí donde, a petición y experiencia exitosa de países como Polonia, República Checa o Suecia, los Veintisiete han hecho suya la idea de permitir una licencia de conducir -el carnet B solo- para menores de edad, a partir de 17 años, siempre que vayan acompañados de un adulto. En este caso, el periodo de prácticas sería de dos años.
Según el acuerdo de los ministros de Transportes, esta nueva regulación supondrá también crear un permiso de conducir digital que reconozcan todos los Estados miembros y con elementos comunes, aunque dando el derecho de tener un ejemplar en papel para quienes lo desean porque, por ejemplo, no utilizan dispositivos móviles para almacenar su documentos.
Frente a la propuesta inicial de la Comisión Europea, los ministros han endurecido otros aspectos de la revisión de la normativa, entre ellas, acortar la duración de los permisos de conducir para conductores más mayores en función de cada país, mantener bajo control estatal las pruebas médicas que deben pasar los conductores para comprobar su idoneidad, ya que Bruselas proponía un «autoexamen», o la posibilidad que «bajo ciertas circunstancias», un ciudadano residente en un país distinto de la UE al de origen pueda pasar el examen teórico del carnet de conducir en su país de origen, aunque sea para obtener una licencia en el de residencia. No sería así en el caso del carnet práctico.
Para mejorar las habilidades de los conductores, los ministros han estado de acuerdo también en que la capacitación, instrucción y exámenes de conducir se centre más en los riesgos relacionados con la seguridad vial y con las nuevas formas de movilidad y esté más orientada hacia vehículos de transmisión automática, en lugar de transmisión manual, de marchas.
Estos elementos forman parte de la posición con la que los gobiernos europeos negociarán ahora -previsiblemente a partir del año que viene- con el Parlamento Europeo para llegar a un acuerdo definitivo, de modo que la posibilidad real de que un joven de 17 años pueda conducir en España tendrá que esperar al menso dos años. Así lo ha indicado Puente en la rueda de prensa al término de la reunión. «No menos de un año o dos, no es inmediato»,
Perseguir infracciones, también contra las ZBE
Por otra parte, los ministros se han conjurado para poder perseguir las infracciones de tráfico que tengan que ver con la seguridad vial de unos Estados miembros, como parte de otra directiva sobre la que también han llegado a un acuerdo -y que también deberá ser acordada con la Eurocámara para entrar en vigor- sobre «intercambio de información de infracciones de tráfico relacionadas con la seguridad vial.
Hasta ahora, cuando el conductor de un país de la UE cometía una infracción contra la seguridad vial en otro Estado miembro, la colaboración entre las dos administraciones terminaba con el intercambio de la información relativa a la identidad de la matrícula. Lo que han acordado los ministros es extenderla para perseguir de forma más efectiva estas infracciones, de modo que las autoridades de distintos países trabajen conjuntamente para identificar al infractor y asegurar que le llega la multa a la dirección correcta.
Además, también como novedad, también introducen nuevos hechos punibles. Entre ellos, la de provocar un accidente y huir y otra que tiene que ver mucho con España, «no respetar las restricciones de acceso de vehículos», es decir, quebrantar las obligaciones de tráfico dentro de las zonas de bajas emisiones (ZBE) que se están implantado en las grandes ciudades españolas. La medida se ha introducido en la posición que ha adoptado el Consejo, a pesar de que Alemania ha anunciado su voto en contra, entre otros motivos, también por esto último. «Tengo que rechazarla, sobre todo en relación con la aplicación de las multas y en cuenta a la restricción de acceso de automóviles a determinadas ciudades», ha expuesto por la mañana el ministro alemán de Transportes, Volker Wissing, en un debate sobre la cuestión.
Source: Coches