Estados Unidos sigue una tradición que muchos en España desconocen. Los inquilinos de la Casa Blanca no pueden conducir una vez dejan su cargo. Esto quiere decir que cuando Donald Trump termine su mandato no podrá ponerse al frente de un volante. A pesar de ello, esto no es una novedad para el presidente de Estados Unidos, puesto que esto ya tuvo que llevarlo a cabo tras su anterior paso como líder del país.
La ley establece que la persona que preside EEUU no puede conducir un vehículo ni en el tiempo de su mandato ni después. Tan solo puede ir en el coche como pasajero y al volante tendrá que ir un agente que está enfrenado en maniobras evasivas.
La prohibición de conducir de los presidentes de EEUU
Este es el motivo por el que no vemos a Joe Biden conduciendo y por el que no hemos visto a otros presidentes como Barack Obama, Bill Clinton o George W. Bush. Esto se debe principalmente a que, según explica la ley de los ex presidentes de 1958, cuentan con el amparo del Servicio Secreto de Estados Unidos.
Lo cierto es que esta prohibición no es algo que solo afecte al presidente, sino que se extiende a la vicepresidencia. Para los presidentes es algo que dura toda la vida, mientras que para los vicepresidentes está vigente durante los seis meses después de que finalice su mandato.
La norma se adoptó en 1963 después de que se produjera el asesinato de John F. Kennedy. Su sucesor, Lyndon Johnson, fue el último presidente de Estados Unidos que pudo conducir. A pesar de que no se trata de una ley, sino de una norma, los servicios secreto siempre han intentado cumplirla de forma estricta.
Al tratarse de una norma, tiene una excepción. Los dirigentes pueden solicitar su suspensión de forma temporal para poder conducir en ciertas ocasiones.
Source: Coches