P.CARO
- El Ajuntament ve factible iniciar la reforma a finales de 2017 o inicios de 2018.
- Por esta vía de entrada y salida de Barcelona pasan diariamente unos 90.000 vehículos.
- Los vecinos piden que se creen parkings para que los conductores opten por el transporte público.
Cruzar de una sola vez la avenida Meridiana a pie por alguno de sus tramos es prácticamente imposible sin quedarse en medio de la vía con el semáforo en rojo. Sobre todo a la altura de Sant Andreu, donde hay de 8 a 10 carriles de autopista para los coches «sin apenas aceras», dicen desde las entidades vecinales.
Desde la Asociación de Vecinos de Sant Andreu del Palomar, la de La Sagrera, y la Federació d’Associacions de Veïns i Veïnes de Barcelona (Favb) han dado un paso más en su reivindicación de convertir este eje viario en una avenida para las personas organizando una fiesta reivindicativa el pasado 22 de octubre.
Querían desencallar un diálogo con el Ajuntament que estaba parado desde la primavera pasada, cuando se llevó a cabo la segunda y última reunión entre los vecinos y el consistorio, dentro de una mesa de trabajo conjunta que quiere dar forma a la transformación de esta importante vía de entrada y salida de Barcelona, y de conexión con la comarca del Vallès, por la que circulan cada día cerca de 90.000 vehículos.
Desde las entidades reconocen que el nuevo ejecutivo municipal de BComú tiene «buenas intenciones» respecto a este proyecto, pero ahora buscan hechos y respuestas a una de sus principales reivindicaciones, con las que se pueda «pacificar» esta vía. La principal: «modificar las secuencias semafóricas para priorizar el paso de las personas al de los coches», afirma Pau Maudell, de la AAVV de Sant Andreu.
Coste ‘cero’ para el Ajuntament
Creen que con esta simple medida, «a coste cero» para el ayuntamiento, se puede comenzar a desencallar el proyecto de la nueva Meridiana. «Ahora tendremos la tercera reunión con los vecinos para perfilar más el proyecto», ha reaccionado el Ajuntament en boca de Janet Sanz, quinta teniente de alcalde, y al frente de la dirección de Ecología, Urbanismo y Movilidad, además de concejala del distrito de Nou Barris.
Sanz ha explicado que, durante la segunda reunión con los representantes vecinales, ya se llegó «a criterios de consenso y que el objetivo del consistorio es «iniciar la transformación de la Meridiana a finales de 2017 o principios de 2018».
Ven «positiva» la movilización de los vecinos pero reconocen que en este proceso van «al ritmo que podemos, porque este implica tiempo», pues cuando accedieron a la alcaldía en 2015 solo se encontraron sobre la mesa con un estudio previo del anterior gobierno de CiU, y que solo hacía referencia a un «ámbito parcial de la avenida Meridiana».
Por ello, las entidades vecinales creen que esta declaración de intenciones consistorial puede comenzar perfectamente con la pacificación semafórica que reclaman, y aseguran que una buena forma de arrancar sería «colocar un nuevo semáforo en Fabra i Puig y modificar otro en la avenida Río de Janeiro». El Ajuntament se comprometió a ello pero aún no se ha hecho «intervención alguna», comentan.
Respecto al cambio de intervalos de los semáforos, desde las entidades consideran que hay que implantar en paralelo «medidas para que los coches que dejen de circular por la Meridiana no se vayan a otras vías, como crear aparcamientos en los accesos a la ciudad para coger el metro».
Source: Coches