Uno de los instrumentos que más utiliza la Dirección General de Tráfico en la red viaria de España son los controles preventivos, que los suele llevar a cabo la Guardia Civil, y en donde se comprueba que los vehículos están en buenas condiciones o los conductores se ponen al volante sin la influencia del alcohol, por ejemplo.
En definitiva, los controles preventivos son una de las medidas que más accidentes de tráfico evitan, ya que, gracias a ellos, es posible detectar las infracciones que comenten los conductores antes de que sea tarde. Por ello, cabe destacar que la Guardia Civil suele realizar algunas preguntas típicas para pillar a los conductores infractores.
¿Qué respuesta nunca hay que decir en un control?
En este caso, existe una pregunta que desde los agentes de la Benemérita es habitual que la interpelen al conductor que paran en el control. Esta cuestión hace referencia a los motivos de la detención en el control, es decir, cuando un Guardia Civil pregunta: “¿Sabe usted por qué le he parado?”.
En este caso nunca debemos responder con un sí rotundo, ya que esa contestación es una prueba de que hemos cometido alguna infracción. Por su parte, abogados de EE. UU. recomiendan contestar: “no tengo la menor idea de la detención en el control”.
¿Cuánto tiempo dura un control de la Guardia Civil?
En primer lugar, es preciso indicar que dependiendo de la situación, el tiempo del control variará desde unos pocos minutos hasta varias horas. Lo más normal es que los agentes lleven a cabo un vistazo general del vehículo, sus documentos más importantes y del estado del conductor, por lo que el control no se demora mucho más de cinco minutos.
En cambio, si se llevan a cabo las pruebas de alcoholemia o de drogas, la duración de estos controles aumentará si el conductor da positivo en alguno de ellos, debido a que en el caso de la prueba de alcohol será necesario repetirla al cabo de unos minutos. Por último, si se precisa realizar un registro exhaustivo, el tiempo del control será mayor.
¿Qué te puede ocurrir si te saltas un control de la Guardia Civil?
Esta circunstancia se considera una infracción por parte de la Dirección General de Tráfico, aunque las penas varían según el tipo de fuga o huida de un control rutinario de la Guardia Civil. En primer lugar, si se hace caso omiso a las señales de los agentes de tráfico, la multa siempre será de 200 euros con la consecuente retirada de 4 puntos del carnet de conducir.
Por otra parte, en caso de que decidas saltarte el control y darte a la fuga realizando todo tipo de maniobras prohibidas, la pena podría llevarte hasta la cárcel, si los agentes consideran que has llevado a cabo una conducción temeraria.
Source: Coches