La accesibilidad al permiso de conducir debe contemplar las necesidades de todos los aspirantes que se presenten a los exámenes para obtener el carné, ya que no todos disponen de las mismas capacidades para enfrentarse a una prueba tipo test o a una práctica. Por ello, y para convertir los exámenes de conducir en un modelo más justo, la Dirección General de Tráfico ha lanzado una guía para mejorar la accesibilidad al permiso de conducir de las personas que tienen dificultades específicas de aprendizaje en la que se recomiendan varias adaptaciones de los test.
Por ejemplo, entre las dificultades al aprendizaje más conocidas y comunes entre la población se encuentra la dislexia, que llega a afectar al 10% de la población. En general, este tipo de discapacidades de tipo neurológico pueden llegar a afectar al 15% de la población. La DGT trabaja con la Federación Española de Dislexia para «intentar reducir las barreras con las que se encuentran las personas con dificultades específicas de aprendizaje cuando necesitan interactuar con la DGT y, principalmente, en el momento de obtener el permiso de conducción».
«Con esta guía pretendemos, no solo adaptar el proceso de obtención de examen a las personas con dislexia sino que sobre todo queremos concienciar sobre las dificultades con las que cada día se enfrentan todos aquellos que padecen este y otros trastornos invisibles y muchas veces olvidados», ha afirmado María José Aparicio, subdirectora de Formación y Educación Vial de la DGT.
Otros trastornos neurológicos que pueden dificultar el aprendizaje como son la disortografía, la dispraxia o trastorno de la coordinación del desarrollo, la discalculia, el trastorno por déficit de atención, con o sin hiperactividad, o los trastornos del espectro autista también se recogen en esta guía.
Adaptar las dos pruebas para obtener el carné de conducir
Si bien no hay un perfil fijo para las personas con problemas en el aprendizaje, por lo que se debe individualizar cada situación, la DGT detecta ciertas áreas de dificultad que se comparten: el procesamiento de información, la memoria, las habilidades de comunicación, la literatura y secuenciación; la organización y gestión del tiempo; la dirección y ubicación; la concentración y la sensibilidad sensorial; la falta de conciencia o el estrés visual.
Estos rasgos han de tenerse en cuenta a la hora de que estas personas superen los exámenes de conducir, ya que por otro lado esto no significa que no puedan ser buenos conductores. Lo primero, para poder adaptar los exámenes, será identificar a las personas con discapacidad en el aprendizaje bien sea a través de un parte médico en el que conste el diagnóstico como pueda ser otro tipo de documento acreditativo como el pasaporte DEA.
A la hora de enfrentarse al examen teórico para obtener el carné, la DGT señala que habrá que tener en cuenta que estas personas se enfrentan a dificultades como la noción del paso del tiempo, por lo que se propone otorgarles un 50% más de tiempo para acabar el test. Igualmente, se recomienda explicarse le manera personal y «pausada» las instrucciones del examen, así como incluso facilitar auriculares para que puedan escuchar las preguntas y las respuestas del test.
En el caso de la prueba práctica, hay que tener en cuenta que estos aspirantes tienden a la desorientación y al bloqueo y suelen tener, entre otras y como explican desde la DGT, dificultades para identificar la derecha y la izquierda o para tomar una decisión en cuestión de segundos. .Para facilitar la ejecución del examen y evitar estas situaciones, fundamental darles indicaciones «de forma clara y muy concisa, huyendo de tecnicismos», además de informales previamente de que se conocen sus características personales con el fin de evitarles el bloqueo durante el examen.
Source: Coches
