Este coche rivaliza, entre otros, con los Toyota Yaris-Cross, Opel Mokka o Peugeot 2008. Por tanto, estamos ante un SUV urbano que mide cuatro metros de longitud y que, frente a sus competidores, hace valer en principio la mayor exclusividad que proporciona la mítica marca norteamericana.
Desde luego, la estética sigue esos patrones de estilo que, a escala, se pueden ver en sus hermanos mayores y que le permiten diferenciarse enseguida entre el tráfico.
En el interior, el diseño también persigue un ambiente más particular que en otros modelos. Además, el Avenger presenta una cuidada calidad de realización y el paquete de accesorios necesario para estar a la altura en este capítulo.
Dispone de dos pantallas digitales, de 10,25 pulgadas tanto para la instrumentación como para el infoentretenimiento, reglajes eléctricos para los asientos de cuero que monta (en el caso de la versión tope de gama probada) varios modos de conducción, el climatizador con botones externos y los particulares mandos del cambio en la barra horizontal que aparece por debajo de la pantalla central y que se puede encontrar también en otros modelos del grupo Stellantis, al que ahora pertenece la firma americana, como en el Fiat e500.
600 kilómetros sin repostar
Sin problemas para acomodarnos en el puesto de conducción, el e-Hybrid en marcha sorprende enseguida por la agilidad y la convincente respuesta de un propulsor de hibridación ligera que ofrece solo 100 caballos de potencia.
El sistema híbrido de 48V que monta (que le otorga la etiqueta Eco de la DGT) combina el propulsor turbo de gasolina de 1.2 litros y 3 cilindros con un motor eléctrico de 21 kW (o de 29 CV que se aloja en la caja de cambios automática de doble embrague) y una pequeña batería de 0,9 kWh de capacidad.
Repetimos, para esa cifra tan contenida, su rendimiento está optimizado al máximo y todo ello aderezado con un consumo de lo más contenido (de hecho es capaz de moverse en momentos puntuales solo en eléctrico) tanto que se pueden recorrer 600 kilómetros sin visitar un surtidor de combustible.
Con un peso en la báscula de 1.280 kg, sus prestaciones como cabría imaginar no son de deportivo, pero valen más que de sobra para el planteamiento de este SUV urbano que, ojo, se defiende mejor de lo esperado cuando abandonamos la ciudad y enfilamos una autopista o una carretera de segundo orden.
Tres niveles de acabado
Provisto de tracción a las ruedas delanteras, recordar que hay una nueva variante 4xe de la que ya está abierta la carpeta de pedidos, de serie incluye los sistemas Select Terrain y Hill Descent Control.
El primero es un selector de modos de conducción que permite elegir entre tres opciones específicas (nieve, barro y arena) para cuando dejamos el asfalto.
El caso es que nos encontramos con un paquete difícil de encontrar en sus rivales y que nos va a permitir transitar por caminos de tierra sin mayores problemas
Disponible en tres niveles de acabado (Longitude, Latitude y Summit) para nuestra primera prueba con este modelo hemos elegido la versión Summit más equipada que, entre otros elementos, dispone de llantas de 18 pulgadas, faros y antinieblas de ledes, retrovisores plegables, portón eléctrico, arranque sin llave y cámaras de visión periférica para un precio final de 30.400 euros, 2.500 euros más que los que cuesta con el acabado Latitude inmediatamente inferior.
Source: Coches