Hay un cambio de paradigma y el futuro se escribe en “eléctrico” en el sector del automóvil, de eso no hay duda, y no seremos nosotros quienes vayamos contracorriente. Pero todavía estamos en el presente.
Es cierto que la Comisión Europea tiene la intención de prohibir la venta de vehículos con motores térmicos, híbridos incluidos, en 2035, pero todavía no se ha dicho la última palabra en este sentido, y no sería descartable, incluso, alguna prórroga.
En cualquier caso, si ese objetivo se llevara a cabo, dejarían de venderse, pero no de utilizarse, porque seguiría habiendo todavía un amplio parque móvil de coches de combustión en funcionamiento con el único y principal “obstáculo” de las políticas locales anticontaminación, pero lo que estas buscan, en general (Baleares ha prohibido la venta a partir de 2025, pero los fabricantes han recurrido la Ley), es penalizar la utilización de los coches más antiguos y contaminantes.
¿Es aconsejable comprar ahora un coche diésel?
Si es nuevo, desde luego que sí. Ahora está en vigor la normativa Euro 6d sobre emisiones, que en su actual desarrollo da prioridad al índice de consumo de combustible, ya que, básicamente, cuanto menos gasta un coche, sus emisiones contaminantes son más bajas.
Además de esto, o precisamente por ello, en favor de los motores diésel modernos está el hecho de que el consumo es un 25% menor y las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) son aproximadamente un 15% más bajas que las de un propulsor de gasolina de características similares. Asimismo, gracias al desarrollo tecnológico de los últimos años, los diésel actuales emiten un 84% menos de óxido de nitrógeno y un 91% menos de partículas respecto a los coches de hace 15 años. Es decir, que ahora son más “limpios” y eficientes que nunca.
El cliente manda
Otro foco importante está en el papel de los fabricantes, que son conscientes del estricto control regulatorio, pero todavía muchos hacen costosas apuestas de presente, porque se deben a la demanda de sus clientes, y mantienen los motores alimentados por gasóleo.
Cierto es que la gran mayoría de las marcas ya no venderán vehículos con motores de combustión en 2030, y que algunas ya no tienen o están eliminando las mecánicas diésel en determinados segmentos, como el de los coches pequeños, porque en esos casos consideran que es mejor apostar por la gasolina o por las opciones electrificadas.
Pero los diésel modernos siguen siendo una estupenda alternativa por su elevada autonomía, imposible de alcanzar –al menos de momento– por los eléctricos, por el menor precio del gasóleo frente a la gasolina –a día de hoy– y por su buen rendimiento general.
¿Es fácil encontrar versiones diésel?
El año pasado, solo el 20% de los turismos matriculados eran diésel, una cifra muy por debajo de la de 2014, por ejemplo, año en el que el porcentaje de vehículos movidos por gasóleo era de un 66%. Las cifras hablan por sí solas, pero ya hemos dicho que continúa siendo una buena opción de compra, y además no solo hay que pensar en el usuario que vive en las grandes ciudades; hay quien reside fuera de ellas, hace muchos kilómetros al año y un coche diésel es, hoy por hoy, la mejor alternativa.
En los segmentos medios y altos, los de los compactos, SUV o berlinas, prácticamente todas las marcas tienen al menos una opción diésel en sus gamas, y de los principales fabricantes solo Lexus las ha quitado totalmente de su catálogo, en su caso sustituyéndolas por mecánicas híbridas.
Distintas estrategias, un destino
Renault ha anunciado que dejará de vender coches diésel en 2025, y precisamente ese “umbral” se lo han marcado como tope otros fabricantes (Stellantis, Volkswagen, Audi, Ford, Kia y BMW, entre otros) para tener sus gamas muy o totalmente electrificadas.
Lo harán, por supuesto, con modelos eléctricos, pero también con opciones de transición como los hibridos ligeros, híbridos autorrecargables o híbridos enchufables, que por cierto también tienen 2035 como fecha final de existencia, si finalmente se prohíben, al basar su sistema en motores de combustión.
Source: Coches