Lun. Nov 25th, 2024

GUILLE LLOPIS

  • Anthony Levandowski, exempleado de la compañía, es llevado a juicio por Google por su supuesta «conspiración».
  • Según Google, Levandowski aprovechó información privilegiada de la empresa para facilitársela a Uber.
  • La acusación de Google indica que su antiguo ingeniero trabajó en paralelo con su empresa y otra y lo ocultaba a su empleador oficial.

Coche autónomo de Google

Polémica en plena carrera por lanzar al mercado el primer vehículo completamente autónomo. Dos de los pesos pesados a nivel mundial en el desarrollo del sistema que permita a los coches conducirse por sí mismos, Google y Uber, se han visto envueltos en un lío judicial a raíz de un trabajador en común: Anthony Levandowski. Según los abogados del gigante de internet, el que hace unos años fue ingeniero de Google, dedicado al desarrollo de su coche autónomo, colaboró en secreto con otras compañías automovilísticas, con las que presuntamente compartió secretos comerciales que había robado a su por entonces empleador.

Tal como informa el diario británico The Guardian, Google acusa a Levandowski de haber robado información que posteriormente compartía con Uber, tal como recoge un archivo del tribunal encargado de juzgar este caso. El ingeniero americano, uno de los encargados de desarrollar el proyecto de coche autónomo de la compañía en sus primeras fases, abandonó Google para fundar Otto (empresa de camiones autónomos conocida por su reparto de cerveza) en 2016.

Ahora, Levandowski es el jefe del programa de coches autónomos que desarrolla Uber, y estuvo involucrado en un caso que ya afectó a ambas compañías hace algún tiempo: durante su estancia profesional en Google, la compañía interpuso contra Uber una demanda por propiedad intelectual, que obligó a la compañía de movilidad a pagar al gigante de internet una suma de 120 millones de dólares. Según sus antiguos empleadores, durante esa época Levandowski ya estaba dejando de lado sus obligaciones en Google para construir una empresa que competiría contra ella. Tal como recoge el archivo judicial, el ingeniero además ayudó a Google a investigar a una de las compañías de la competencia con la que después resultó estar involucrado.

Según alega Google, el caso del supuesto robo de información confidencial de Levandowski se remonta a 2012. Waymo, compañía de automovilismo autónomo propiedad de Alphabet (matriz de Google), presentó la demanda contra Uber el pasado mes de febrero, acusándola de un «robo calculado» de su tecnología. Según recoge la demanda, Levandowski fue quien descargó «información interna sensible, secreta y valiosa» de los ficheros de Waymo, que tiempo después aprovechó para fundar Otto, que posteriormente adquirió Uber por más de 600 millones de euros.

La acusación de Google alega que su antiguo ingeniero implantó en el software que Uber desarrolla un sistema LIDAR propiedad de Waymo. Se trata de los «ojos» del coche, con los que el vehículo autónomo observa el entorno de tráfico en el que se encuentra y transmite la información al software de conducción para responder y adaptar su conducción.

Según el archivo que maneja el juzgado, Levandowski estuvo implicado en dos empresas llamadas Odin Wave y Tyto Lidar en torno al verano de 2012. Unos meses después, Google tuvo conocimiento de que una de esas dos compañías, Odin Wave, había presentado un sistema sospechosamente parecido a la «tecnología láser exclusiva y patentada» por la empresa de Mountain View relativa a coches autónomos.

En aquel momento, Levandowski negó la mayor. Aseguró no tener ningún interés ni relación con Odin Wave, que posteriormente se fusionó con la segunda empresa mencionada, Tyto Lidar. Según se supo después, el gerente de Tyto Lidar era amigo personal suyo, y supuestamente habían trabajado juntos en el prototipo de un vehículo autónomo, tal como recoge el escrito de acusación.

¿A dos bandas?

Así, según recoge la demanda, Levandowski podría haber estado trabajando en paralelo: mientras desarrollaba los sensores LIDAR para Google, ayudaba a las otras dos empresas a crear su prototipo de vehículo autónomo. Fue un tiempo después, en 2015, cuando Google empezó a barajar la posibilidad de utilizar algunos de los productos de Tyto Lidar, e incluso adquirir esa compañía, mientras Levandowski todavía trabajaba en Google.

Ahora, Google acusa a Levandowski, que por entonces fue el encargado de visitar la sede de Tyto Lidar mientras sabía la «opción confidencial de Google sobre su tecnología», de haber ocultado su relación con esa empresa, que según la demanda «entraba en conflicto con sus obligaciones en Google». En mayo de 2016, Tyto se fusionó con Otto (fundada por Levandowski) poco antes de que Uber la comprase.

Uber, tal como publica The Guardian, pretende resolver el asunto de forma extrajudicial llegando a un acuerdo privado. El consejero delegado de la compañía de movilidad, Travis Kalanick, se enfrenta junto a este a otros frentes abiertos: desde las críticas por el acoso de algunos de sus conductores a mujeres a las que llevan en sus coches hasta el vídeo publicado recientemente en el que él mismo reprendía a un conductor mientras una cámara lo registraba todo.

Pero, especialmente, sobrevuela a Uber la posibilidad de tener que indemnizar a Google con una suma multimillonaria por haber aprovechado información confidencial que Levandowski podría haber extraído de forma fraudulenta. Lo dirá el juez.


Source: Coches

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por admin