Sáb. Nov 16th, 2024

La acción de ir conduciendo tu vehículo por cualquier carretera de España y de repente oler a quemado dentro del coche es más común de lo que imaginamos. El aceite, un mal contacto, el anticongelante, el motor, los frenos o el tubo de escape, entre otros, son algunos elementos del automóvil que trabajan a grandes temperaturas y en cualquier momento pueden dejar esa fragancia a ‘chamusquina’ que tanto suelen odiar y preocupar a los conductores españoles.

Por ello, es muy importante que estas partes del vehículo cuenten con elementos de protección que eviten cualquier tipo de incendio en los cables o mangueras de combustible del vehículo. A continuación, os vamos a mostrar, además, cinco de las causas más comunes que pueden provocar el olor a quemado dentro de un automóvil.

1.- Problemas con el embrague

Según Álvaro García, asesor técnico del RACE (Real Automóvil Club de España), uno de las principales causas de un posible olor a ‘chamusquina’ suele ser cuando nos topamos con un problema en el embrague del coche. Cuando nos enfrentamos a una cuesta «muy pronunciada» mientras conducimos, ese olor a quemado puede provenir de los «ferodos del embrague» que están desgastándose al patinar.

Asimismo, hay que tener en cuenta que dicho olor es sinónimo de la pérdida de vida útil del embrague, por lo que el consejo más recomendable es pisar el acelerador de forma muy «sutil» y «acoplar el embrague para que se transmita la potencia del motor hasta las ruedas».

2.- Fuga de aceite o del anticongelante

Otro de los problemas más comunes que suele generar el olor a quemado es algún tipo de pérdida de aceite o anticongelante. Cualquier tipo de fisura por los conductos de ambos líquidos puede generar que entren en contacto con algunas partes del motor que estarán a pleno rendimiento (alcanzan casi los 900ºC), por lo que dicho olor se apoderará del habitáculo de nuestro coche.

Otra de las opciones más comunes que pueden ocurrir ante este tipo de escenario es que el aceite o líquido anticongelante, al sustituirlo en el taller, pueda caer algún que otro resto fuera del depósito que le corresponde. No obstante, es un olor «normal» y que desaparecerá cuando «el líquido se queme».

3.- Calentamiento excesivo en los frenos

Este escenario es muy similar al desgaste de embrague. Cuando circulamos por un puerto de montaña a mucha velocidad o con un gran exceso de carga y tienes que realizar una fuerte frenada, es totalmente lógico y normal que percibamos el fuerte olor a quemado dentro del vehículo, ya que viene del desgaste de las pastillas de freno por utilizarlas con una mayor intensidad.

4.- Fuerte olor a goma quemada

Cabe destacar que si arrancamos el vehículo de forma agresiva y obligando a las ruedas a derrapar, una práctica que no es recomendable si quieres mantener el dibujo alargar la vida de los neumáticos, estarás provocando que el olor a chamusquina ingrese en el habitáculo de forma descarada. Asimismo, es recomendable revisar las manguetas del motor o las correas de transmisión, confirmando que no estén sueltas y tocando otra parte del vehículo.

5.- Contactos eléctricos

Por último, es importante tener en cuenta los posibles cortocircuitos que pueden generarse en el vehículo. En condiciones normales, las más comunes pueden ser que un componente eléctrico haga contacto con otro elemento del motor o que el polo positivo se suelte, algo que puede ocurrir por las propias vibraciones del coche, y toque el polo negativo, por lo que podría provocar cierto olor a quemado. Asimismo, habría que revisar los fusibles que no admiten un alto voltaje.


Source: Coches

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por admin