España cuenta con un sinfín de conductores que se desplazan día a día con su vehículo para acudir al trabajo, volver a casa o, simplemente, para hacer turismo y descubrir los rincones más apetecibles y especiales que posee el territorio ibérico. Esta situación, por otro lado, genera una cuantía de kilómetros en nuestro automóvil que, a medio o a largo plazo, pueden ser perjudiciales.
¿Cuántos kilómetros de media suele hacer un coche en España?
En términos generales, un coche suele hacer, de media, unos 29.017 kilómetros al año en España, es decir, un total de 150.000 kilómetros en cinco años, una cifra significativa y que habla del gran número de desplazamientos que existen en nuestro país. Sin embargo, los vehículos sufren más desgaste en sus piezas y la vida útil se reducirá si ‘somos’ habituales en carretera.
Trucar el cuentakilómetros
En paralelo, también existe un problema que preocupa a los ciudadanos en el momento de adquirir un vehículo de segunda mano: trucar el cuentakilómetros. Reducir el número de kilómetros transcurridos con nuestro vehículo aumentará el porcentaje de venta del automóvil.
Por ello, es imprescindible «no apresurarse en comprar un coche de este tipo y comprobar sus registros», tal y como indica Matas Buzelis, experto en CarVertical: «Los coches con bajo kilometraje tienen una gran demanda en el mercado de vehículos de segunda mano. Es aconsejable no apresurarse a comprar un coche de este tipo y comprobar sus registros históricos de kilometraje. Los vendedores deshonestos manipulan el kilometraje tanto de los coches más viejos como de los más nuevos».
¿Qué piezas se desgastan más?
El chirrido de los frenos, la dificultad de pisar los pedales o el traqueteo del volante, entre otros, puede significar que el vehículo en cuestión ha realizado más kilómetros de los que marca el cuentakilómetros. Por otro lado, también es muy importante cuidar el coche y cumplir con una conducción segura, por lo que es aconsejable prestar cierta atención a cada uno de los detalles del automóvil para evitar el empeoramiento del mismo.
Si el marcador indica que se han recorrido 50.000 kilómetros, por ejemplo, y en realidad son 100.000, las averías pueden llegar a convertirse en el ‘pan de cada día’, ya que adquirir un vehículo de este calibre podría generar a corto plaza un gasto excesivo en reparaciones.
Una pista importante sobre la disposición real del vehículo es el mal estado del interior del habitáculo. En condiciones normales, un coche que ha sido utilizado con frecuencia suele tener las piezas interiores más gastadas: el volante, la palanca de cambios, los pedales o el estado de los asientos, entre otros, son las piezas que más suelen sufrir con el paso de los años. Sin embargo, estas son cambiadas por el vendedor para que parezca mucho más atractivo y el comprador ceda en el momento de adquirir el vehículo.
Source: Coches
