Sáb. Dic 28th, 2024

Aunque a la hora de elegir el color del coche los conductores españoles son clásicos, existe en el mercado una amplia gama de opciones para elegir la tonalidad de la carrocería que más nos guste. Azules, verdes, amarillos intensos… Y, por supuesto, en acabados mates o metalizados, estos primeros tan de moda en los últimos años.

Sin embargo, no todos los colores responden igual ante el sol y el calor. Como es sabido, un coche negro tiende a calentarse mucho más rápido que uno blanco si lo dejamos aparcado al sol. Al igual que la cantidad de calor que absorba el coche depende del tono de la carrocería, también lo hace el estado de la pintura del coche.

El negro no es el color que más se deteriora al sol, pero, sin embargo, los tonos más neutros como el beige o el marfil tienden a aguantar mejor durante más tiempo. Y, además, en acabado metalizado tienden a aguantar mucho mejor la exposición al sol, aunque es posible que con el tiempo la carrocería pierda brillo y sea necesario pulirla para que quede como nueva. Aunque el negro y el blanco soportan mejor que otros tonos el calor, es posible que pierdan fuerza y se transformen en grises o amarillentos.

El color de coche que peor soporta el sol

Al contrario, los colores que peor soportan el sol y que más sufrirán una pérdida de tonalidad si la exposición a la luz es prolongada son los rojos, los amarillos y los anaranjados. En concreto, esta primera opción es la que más va a deteriorarse según los expertos de Certified First.

La razón es que el rojo absorbe una longitud de onda de la luz mucho más energéticas que otros tonos, por lo que la degradación de los enlaces moleculares de la pintura sea mucho más rápida, explican. Si nuestro coche es rojo y no tenemos cuidado a la hora de aparcarlo, dejándolo al sol durante largos periodos, con poco tiempo la carrocería acabará perdiendo brillo y se tornará rosácea.


Source: Coches

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por admin