En todo el mundo existen carreteras muy curiosas que se han construido a lo largo de los años. España no es la excepción. Si viajamos por diferentes países podemos encontrar vías que ofrecen un paisaje de ensueño o construidas en zonas tan recónditas como el desierto. Las características pueden ser muy diversas. En nuestro país, concretamente en Galicia, podemos circular por una que ofrece un paisaje de cuento.
Es aquí donde encontramos la carretera DP-2205, más conocida como la ‘Carretera del Acantilado’. Muchos conductores consideran que es uno de los recorridos más bellos de nuestro territorio. Es un camino tranquilo, sin grandes complicaciones. La más importante: es muy estrecha. Ofrece una experiencia con unas vistas fantásticas. Además, se puede sentir en primera persona la fuerza que tiene el viento en esa zona, disfrutar del olor a mar y ver olas.
El recorrido de la carretera DP-2205
La carretera DP-2205 descubre un área de Galicia algo más desconocida: el pueblo de San Andrés de Texeido, los acantilados de Herbeira o los diferentes miradores que encontramos por el camino. Hay que recordar que estos acantilados, situados en la sierra de Capelada, alcanzan los 613 metros de altura sobre el nivel del mar, considerándose como unos de los más altos de Europa.
En los 13,9 km de longitud de esta vía encontramos diferentes miradores. Uno de los primeros está situado a pocos kilómetros de San Andrés. En este punto, los acantilados tienen una altitud de 360 metros. No hace señalar que esta ruta por la carretera DP-2205 está recomendada para personas que no tengan miedo a las alturas.
Una zona que no debemos pasar por alto cuando estamos por esta lugar es la aldea de San Andrés de Teixido, puesto que es un lugar de peregrinación espiritual de muchos gallegos que merece la pena visitar. Tiene una ubicación única: encajada entre barrancos y suspendida sobre el mar.
Una de las paradas obligatorias en este recorrido es en el mirador Vixia de Herbeira. El de mayor altura de toda esta costa, puesto que se encuentra a 613 metros de altura. Tiene unas vistas increíbles al paisaje verde nos rodea y del mar.
Como la carretera pasa por Cariño, podemos hacer una visita al cabo Ortegal, uno de los más impresionantes de la región. Allí encontramos el faro del mismo nombre que está pintado con franjas rojas y blancas.
Esta vía es muy estrecha. De hecho, a veces es complicado circular cuando dos coches se cruzan. El trazado está formado tanto por rectas como por alguna curva más pronunciada. A pesar de que ofrece uno de los mejores paisajes de la región, no se recomienda hacer un viaje por esta zona cuando las condiciones climatológicas no acompañan.
Source: Coches