Á.C.
- La Fiscalía investigó 164.089 casos en 2015, frente a los 154.788 del año anterior.
- El auge de los engaños informáticos y en las redes sociales preocupa a la Policía.
- La extensión de la crisis hace que los fraudes a las aseguradoras continúen vigentes | Los expertos piden que se desconfíe de las gangas de origen desconocido.
- ¿En qué consiste el timo de la rotonda?
El timo no pasa de moda. Actualizados, reinventados o tecnologizados, los engaños para apropiarse del dinero del prójimo continúan siendo un dolor de cabeza para Policía y Guardia Civil, a quien la inventiva de los amigos de lo ajeno se lo pone cada vez más difícil.
Así lo reconoce la Fiscalía, cuya memoria de 2015 arroja un crecimiento del 6% en el número de denuncias: de 154.788 en 2014 a 164.089 en el último ejercicio cerrado. Y así lo ponen de manifiesto las fuerzas de seguridad, para quienes las estafas informáticas -que provocan «un altísimo porcentaje» de expedientes y que implican a «múltiples perjudicados», según el Ministerio Fiscal- ya son una prioridad, al crecer otro 5% (de 17.328 a 18.201) en un año.
Estas son las principales formas de fraude vigentes.
- El carro o cheque regalo. El timador envía un mensaje a la víctima pidiéndole que llame a un número con tarifa de alto coste para aportar sus datos y obtener un carro de la compra lleno de productos o un cheque regalo inexistentes.
- El soldado o la nueva carta nigeriana. Actualización de un timo muy conocido consistente en pedir el adelanto de una cantidad de dinero para acceder a una parte mayor de una fortuna. El reclamo, ahora, es un soldado que ha estado en Afganistán o Irak y se hizo con el botín de un supuesto grupo de combatientes o terroristas.
- El alquiler (o ‘el coche’). El supuesto propietario de un inmueble pone un anuncio de Internet y exige el pago de una fianza o depósito antes, siquiera, de que el posible inquilino vaya a verlo. También ocurre con otros bienes objeto de venta como automóviles o equipos informáticos de precio medio-alto.
- El ‘phishing’. De tipo bancario. Policía y la Guardia civil no dejan de advertir sobre esta clase de estafa, pero los usuarios siguen picando. El receptor abre un correo electrónico falso de su entidad bancaria, que le solicita la introducción de sus contraseñas. Suele acabar con el vaciamiento de todas las cuentas bancarias del sujeto en cuestión. Si el engaño afecta a las tarjetas de crédito, se denomina ‘carding’. Los ladrones las usan para hacer grandes compras en el extranjero.
- La rotonda. Es una estafa al seguro. Un vehículo circula por una rotonda ignorando la prioridad de paso o frenando de forma brusca. Su intención es chocar con otro usuario para conseguir una indemnización simulando daños mayores de los reales. La Fiscalía está prestando «particular atención» a esta clase de delito, que termina en tentativa si la Policía detecta la posible estafa a tiempo.
- La excursión. Una compañía ofrece una excursión gratuita a grupos de jubilados a cambio de que asistan a una charla donde se les ofrecerán distintos productos. Los bienes, que se abonan por adelantado, nunca llegan.
- El directivo o ‘estafa del CEO’. Fraude nacional o internacional de alta incidencia consistente en acceder a cuentas empresariales de correo y usarlas para ordenar transferencias monetarias a cuentas de terceros.
¿Qué hacer para no ser estafado?
La Policía Nacional y la Guardia Civil recomiendan actuar con «desconfianza racional» ante ofertas, chollos o gangas de fuentes desconocidas. Hay que ser precavido frente a llamadas o mensajes desde números con tarificación adicional (805, p.ej.) e indagar sobre vendedores particulares o empresas poco publicitadas que ofrezcan grandes rebajas en Internet.
En el caso de los datos personales o cuentas bancarias, el usuario se debe abstener de facilitarlos por canales que no sean seguros. También hay que desconfiar de técnicos que aparezcan sin previo aviso y/o pidan dinero. En caso de duda, se puede soliciter información a cualquiera de los dos cuerpos. Si es víctima, debe denunciar de inmediato.
«Las estafas han dejado de ser obras de arte»
Serafín Giraldo, inspector y portavoz nacional de la Unión Federal de Policía (UFP) explica, desde su experiencia, cuáles son las características de los timos del siglo XXI.
¿Qué tiene de especial la estafa para ser, junto con los hurtos, los robos con fuerza y las lesiones, uno de los delitos más comunes?
Es un juego en el que entran el engaño que provoca el timador y la avaricia o la ingenuidad de la víctima. Se valen de la condición humana.
¿Cuántos tipos de timo existen?
Está el clásico (tocomocho, la estampita, el nazareno, las cartas nigerianas…), que prácticamente ha desaparecido, y las nuevas formas de estafa informática, que son las que provocan más denuncias en la actualidad.
¿Son realmente nuevas o evoluciones de las antiguas?
Evoluciones. Los anuncios de venta de productos que luego no existen o nunca se envían antes se ponían en periódicos; ahora se colocan en portales de Internet, por ejemplo.
¿La respuesta de la policía es proactiva o reactiva?
Las dos cosas, pero, por desgracia, vamos por detrás de los estafadores la mayor parte del tiempo. Lo que sí que hacemos ahora es dar manuales de conducta a los ciudadanos para evitar que se vean embaucados.
¿Es difícil seguirles la pista?
Juegan con nosotros y nosotros con ellos. Al final, es una cuestión de astucia y habilidad.
¿Han eliminado las nuevas tecnologías la parte artesanal de los timos?
Las estafas han dejado de ser obras de arte y se han convertido en algo mecánico. Antes, se representaba una obra de teatro para llegar al engaño, pero esa habilidad ha desaparecido. Ahora, un tipo envía 10.000 correos electrónicos desde su casa pidiendo dinero y siempre hay quien le responde.
Source: Coches