JUAN FERRARI
- La mejora económica y las ayudas públicas remontan las ventas en el sector.
- 2008 fue el último año en el que se cruzó la línea del millón de matriculaciones.
- La reciente crisis por el fraude de la alemana Volkswagen y los resultados de las elecciones generales determinarán la cifra final de este 2015.
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La consultora especializada en automoción Urban Science calcula que se venderán este año en España 1.049.000 coches (turismos más todoterrenos). Un 17% más que el pasado año. No es la única que confía en superar el millón de unidades. No obstante, todavía el mercado español se queda 100.000 unidades por debajo de 2008, último año en el que se cruzó la línea del millón. MSI apunta en la misma dirección, así como las asociaciones de fabricantes Anfac y de concesionarios Faconauto.
Además, las cifras de matriculación corroboran la previsión. Incluso la dejan un poco corta. En septiembre, a falta de 3 meses para cerrar el ejercicio, se habían comprado en España 783.892, un crecimiento del 22,4%, 5 puntos por encima del ritmo necesario para superar el millón. Incluso en septiembre se aceleró el paso con un crecimiento del 23%. Si contabilizamos septiembre respecto al mismo mes de 2014, el millón está a unos cientos.
Sin embargo, buena parte de estas compras las han realizado las empresas, que tras largos años estirando sus vehículos han decidido modernizarlos para ahorrar costes en combustible. En los nueve primeros meses de año, los coches atribuidos a las flotas profesionales suben un 35% respecto al mismo periodo del pasado año, por un 21% del aumento de las compras de particulares. Que tampoco está mal. Con todo, en septiembre el ritmo de compra de las familias se ha reducido a un 16%.
«Este año, rondaremos el millón si no se estropea la última parte del año», declara Jaume Roura, presidente de Faconauto, que representa a los 3.500 concesionarios españoles. «Hay quien da cifras mayores, pero es mejor ser prudentes», puntualiza.
Al margen de números, el mercado continúa apoyando su crecimiento en el atractivo de los modelos SUV, turismos con apariencia de todoterrenos e, incluso, con facultades mecánicas para conducir por caminos sin asfaltar. Ya suponen cerca de uno de cada cinco coches comprados, lo que explica que la mayoría de fabricantes se vuelquen en lanzar o renovar su oferta, como se puede apreciar en el número de novedades que se incluyen dentro de este segmento de todocaminos.
La evolución es espectacular en todos los subsegmentos de SUV. Los que más crecen respecto al pasado año, nada menos que un 70%, son los más pequeños, aupados por la aparición de los nuevos modelos de los últimos meses. Ya suman 66.600 ventas hasta septiembre. Los SUV medios crecen un 28,2%, por encima de la media del mercado, y los más grandes pegan un estirón del 70%, aunque en volumen apenas tocan los 3.000.
La otra tipología de vehículos que despuntan es la de los urbanos/micro (segmento a), los más pequeños, con un aumento del 42% sobre 2014, aunque todavía están lejos de otros países co-mo Italia. Sin embargo, por volumen, los que más se compran en España son los utilitarios/pequeños (seg¬mento b) y los compactos/medio-bajo (segmento c) que suman entre los dos la mitad de las matriculaciones.
Pero Roura no es el único que prefiere mostrarse prudente, pues se ciernen nubarrones que pronostican crecimientos mucho más discretos para el próximo año. Pedro de la Vega, director general de Urban Science, vaticina una subida del 4%, lo que colocaría el mercado en unos 42.000 coches más que en este año, alrededor de 1,1 millones de unidades.
Por debajo todavía de 2008 y muy lejos de 1,25 millones de coches que se deberían comprar en un país como España, con su nivel económico y población. Roura basa el crecimiento de las ventas en la evolución de la economía y el empleo. Sin embargo, coincide en que no se puede mantener el ritmo de crecimiento de 2014 (18%) y 2015 (22%) hasta septiembre.
Doble escollo
Entre esos «nubarrones», el sector apunta dos: el fin de las ayudas a la compra que dependen en buena medida del resultado de las elecciones generales del 20 de diciembre y los ‘tropiezos’ de imagen que ha sufrido el sector. Primero fueron las multas impuestas por la CNMC a dos centenares de concesionarios (sobre un total de 3.500) y a la práctica totalidad de las marcas por haber incurrido en prácticas contrarias a la libre competencia.
Y, más recientemente, el reconocimiento por parte del grupo Volkswagen de haber implantado en algunos de sus modelos diésel un sistema para falsear los controles de emisiones de óxido de nitrógeno (NOx), tan perjudiciales para la salud.
Las ayudas tocan a su fin. El Gobierno del PP ya advirtió de que el PIVE 8 sería el último. La duda se limita a despejar si los 225 millones asignados, que no se gastarán en lo que queda de año, podrán transferirse a 2016. Pero antes de nada hay que esperar a ver el resultado de las urnas y conocer el color del nuevo Gobierno.
Controlar la fecha tope del Plan Pive 8
Existe una cierta discrepancia de cuándo termina el plazo para solicitar las ayudas a la compra. El RD 380 que lo regula establece: «El plazo (…) finalizará el 31 de diciembre de 2015, o, si ocurriera antes, cuando se agote el presupuesto disponible».
Y matiza: «Estas operaciones serán validadas siempre y cuando se activen sus reservas de presupuesto y se realicen las correspondientes solicitudes de ayuda por el punto de venta adherido al programa conforme a los términos y condiciones establecidos por el presente Real Decreto».
Ahora bien, el Gremio de Concesionarios de Barcelona ha advertido a sus asociados que para que la ayuda surta efecto, el coche debe estar entregado antes del 31 de diciembre, algo que no parece deducirse del texto. No obstante, sí es preciso que el coche a achatarrar tenga el certificado antes de ese día. Por si acaso, mejor no dejarlo para el último día.