El cambio climático obliga a tomar medidas drásticas en muchos sectores, incluido el de la automoción. En España ya se pueden notar algunas de las decisiones destinadas a reducir la contaminación, como las etiquetas de la Dirección General de Tráfico (DGT), aunque todavía es necesario seguir luchando para reducir las emisiones nocivas a la atmósfera. Por ello, las empresas siempre están innovando en cuanto a la fabricación de motores.
Pero quienes han podido dar con una solución para reducir la contaminación a la par que se alarga la vida útil de los motores actuales de diésel son los miembros de la empresa Emvolon, una compañía derivada del MIT (Massachusetts Institute of Technology) que ha descubierto la manera de transformar esas unidades de potencia en plantas químicas modulares para producir combustibles ecológicos, tal y como lleva por título el comunicado lanzado por la propia universidad.
El metano, el protagonista
Todo esto tiene un solo protagonista: el metano. En dicha publicación se afirma que sus gases calientan 84 veces más que los del dióxido de carbono (CO2) en dos décadas. Puede servir para crear combustibles ecológicos, las actuales infraestructuras no permiten que se convierta a gran escala. En Emvolon han ideado un método de transformar el gas metano en carburantes líquidos, como amoníaco o metanol: «una nueva forma de fabricación de productos químicos», según Emmanuel Kasseris, cofundador y director ejecutivo de la compañía.
Esos productos químicos se podrían transformar y ayudarían a sectores muy contaminantes a reducir sus emisiones: «alrededor del 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de sectores difíciles de reducir que necesitan combustible ecológico: el transporte marítimo, la aviación, los camiones pesados y el ferrocarril», se afirma en el comunicado, en el que se explica que otro 15% proviene de «emisiones distribuidas de metano, como pozos petrolíferos o vertederos».
Desde Emvolon, creen que al conseguir transformar el metano en combustibles ecológicos en los propios motores existentes, no será tan difícil su implantación a gran escala, ya que «no se puede electrificar un barco o un avión». La idea de “reutilizar un motor de combustión interna como reactor” fue de Leslie Bromberg, un inventor con más de un centenar de patentes, como se afirma en el comunicado.
Cómo pasar de metano a los combustibles ecológicos
Para conseguir esta proeza, Emvolon desarrolló un sistema en cuyo núcleo se encuentra un motor estándar que funciona con combustible «rico», es decir, con una mayor proporción de carburante a aire, según explican. En lugar de quemar el metano para convertirlo en CO2 y agua, se oxida parcialmente para transformarlo en monóxido de carbono e hidrógeno, «los componentes básicos para sintetizar una variedad de sustancias químicas”, algo que se hace al lado de esa unidad de potencia.
Estos reactores, una vez se emplazan en contenedores de más de 12 metros, pueden producir ocho toneladas de metanol diarias, una auténtica barbaridad. Emvolon ya ha empezado a producir seis barrilles de este producto químico en su sede, y aunque esperan ampliarlo a otras sustancias, de momento se centran solo en esa: de hecho, ya han llegado a un acuerdo para hacer una prueba en un vertedero de Texas.
Source: Coches