Siempre es delicado acometer la renovación de un modelo de éxito, y este de Honda lleva a sus espaldas 3,8 millones de unidades vendidas desde que se lanzó la segunda generación en 2013, una cifra que habla por sí misma.
Pero los diseñadores de la marca japonesa no se han achantado y han trabajado para obtener un producto muy distintivo sin perder los atributos que han llevado al HR-V triunfar en el mercado. De hecho, ha ganado en todos los aspectos, como se puede ver en la nueva y más estilizada silueta, afilada por sus 2 centímetros menos de altura y el centímetro de más que separa la carrocería del suelo. El resto de cotas se mantiene como hasta ahora, aunque la marca no ha dado las medidas concretas.
El frontal dispone de nuevas ópticas y una parrilla compuesta de estrechas barras horizontales, mientras que por detrás son los grupos ópticos los que se llevan todo el protagonismo, ya que quedan unidos por un travesaño iluminado por LED. También destacan las protecciones inferiores en todo el perímetro y las grandes llantas de 18 pulgadas, pero fundamentalmente estamos ante un conjunto sencillo y sobrio.
Por dentro se aprecia una gran ruptura con respecto a la actual generación. De nuevo es patente la simplicidad y elegancia en las formas de todos los elementos, con una pantalla central para el sistema multimedia (de 9 pulgadas) suspendida en el centro en lugar de estar encastrada. Además, todos los ocupantes se benefician de un amplio y luminoso habitáculo, destacando los 3,5 cm para las piernas que ha ganado detrás.
Otra de las grandes novedades del HR-V de tercera generación, que verá la luz en el último trimestre del año, es que estará impulsado por el sistema híbrido no enchufable que la marca denomina e:HEV, que además dota a este modelo de la etiqueta “Eco” de la DGT y responde en la firme política de electrificación de toda la gama Honda en 2022.
El sistema se basa en la combinación de un motor gasolina VTEC de 1,5 litros con dos propulsores eléctricos, uno que actúa como generador y otro como propulsor, y una batería. La potencia total del sistema es de 131 caballos, y el par máximo de 253 Nm asegura un sensacional empuje y capacidad de recuperación. Además de actuar de forma automática, también dispone de programas de conducción (Sport, Normal y Eco) y una posición “B” en el cambio automático para forzar la máxima regeneración de energía, aunque esto se puede graduar en varios niveles desde los mandos en el volante.
Por último, en cuanto a tecnología, también hay salto cualitativo importante tanto en conectividad como en seguridad. En el primer apartado gracias a un sistema de infoentretenimiento más rápido y completo, que también puede interactuar con dispositivos móviles de forma inalámbrica, y en el segundo con un paquete Honda Sensing más avanzado que, entre otros, incluye sistemas para mitigar impactos contra peatones o vehículos de noche, control de crucero adaptativo, sistema de información de ángulo muerto mejorado o sistema de supervisión de tráfico cruzado reforzado.
Source: Coches