Los avances tecnológicos en el mundo del automóvil están obligando a las marcas a ciertos requerimientos e inversiones, sobre todo para testar soluciones como las cada vez más avanzadas ayudas a la conducción o las destinadas al desarrollo de la propia conducción autónoma sin intervención del conductor, claramente la apuesta de futuro en la industria.
No son, por tanto, instalaciones usuales, ya que la gran mayoría de las marcas ya las tienen, sino unas específicas para este nuevo y exigente cometido.
Así, el Grupo BMW ya ha completado dos áreas del nuevo complejo destinado a pruebas de vehículos autónomos y sistemas de asistencia, el cual está situado en Sokolov, en la República Checa, a tan solo dos horas y media en coche del centro principal de Investigación y Desarrollo de la marca en Múnich.
Las instalaciones han requerido de una inversión cercana a los 300 millones de euros, y se espera que estén completadas y operativas, con cien empleados trabajando en ellas, a lo largo del verano de 2023. En total la superficie es de unos 90.000 metros cuadrados, y entre otras cosas hay tres circuitos de aceleración independientes para probar, por ejemplo, sistemas relacionados con el tráfico cruzado, frenadas de emergencia o situaciones de esquiva.
Pero lo que más destaca es la creación de una carretera tipo autopista, de 6 kilómetros de longitud, donde se probarán los vehículos autónomos. Esta carretera “laboratorio” tiene dos carriles funcionales y otro que sirve de parada de emergencia, además de pórticos y una recta de más de 1.000 metros. Es, sin duda, un buen lugar para emular cualquier situación que se dé en las vías convencionales y un fantástico centro de pruebas para los futuros modelos de BMW.
“Desde mediados de 2023, el nuevo recinto de la República Checa operará de forma complementaria a los que BMW Group poseen en Aschheim, cerca de Múnich, Miramás en Francia y Arjeplog en Suecia”, ha explicado Andreas Heb, jefe de proyecto y responsable de las instalaciones.
Source: Coches
