Habitualmente, en España, nos topamos con un sinfín de túneles por las carreteras que nos ayudan a atravesar las diferentes montañas que existen en el territorio ibérico. Estos, además, hacen que la circulación fluya de forma más libre y evitan que los conductores tengan que permanecer en el coche varias horas más debido al simple hecho de tener que rodear el accidente geográfico en cuestión.
No obstante, dicha acción, en varias ocasiones, genera una especie de ‘magia’ –denominada ‘efecto Föhn– en un extremo y otro del puente que podría sorprender a más de la mitad de usuarios que transcurren por la zona.
¿Qué es el efecto Föhn?
Este efecto se produce por el calentamiento de aire cuando desciende por las vertientes opuestas de las laderas a la dirección del viento. Esta situación suele darse en zonas montañosas cuando una masa de aire húmedo y, sobre todo, cálido se ve forzada a ascender para no tropezar con el obstáculo.
De esta forma, el vapor de agua se enfría y comienza con un proceso de condensación, cayendo de forma instantánea por las laderas y formando lluvias y nubes. Cuando se produce este efecto, existe una gran cambio climático entre las dos laderas, es decir, la de un extremo y otro del puente: en un lado hay lluvia y gran humedad y, en el otro, sol y cielos despejados.
¿Dónde se produce este fenómeno?
En nuestro país existen varios lugares donde este fenómeno se hace presente de forma más habitual. En la carretera LP-3, en la isla de La Palma (Canarias), se encuentra el túnel de La Cumbre, el cual atraviesa el este de la isla y lo junta con el oeste, recorriendo su cordillera y generando el ‘efecto Föhn’.
En sus dos kilómetros de longitud, el tiempo puede cambiar de forma radical en apenas minutos. Tal y como hemos explicado anteriormente, en un extremo luce el sol radiante, mientras que en el otro lo más probable es que te encuentres con un gran banco de niebla y nubes.
Caso parecido al que ocurre en el norte de España, concretamente en el túnel de Negrón, el cual une la provincia de León con Asturias y cuenta con más de cuatro kilómetros de longitud. Por un lado, el tiempo en territorio leonés es más caluroso en verano y frío en invierno, mientras que en Asturias reina el clima oceánico. En este caso, la cordillera cantábrica actúa de barrera en ambos climas, por lo que en un extremo te encontrarás con lluvias y, en otro, con un ambiente más soleado.
Source: Coches