Sáb. Nov 16th, 2024

Un buen mantenimiento de nuestro automóvil puede ahorrarnos cualquier tipo de disgusto en el momento de circular por las carreteras de España. Asimismo, mantener unos buenos hábitos también pueden llegar a ser igual de importantes que cualquier otro tipo de truco que realicemos para cuidar al coche de la forma más detallada y curiosa posible.

En los automóviles diésel, es muy importante que, una vez estacionados, mantengamos el vehículo unos segundos ‘al ralentí’ para que lo podamos apagar de forma segura. Concretamente, nos referimos a los motores turbo de gasoil, los cuales son más delicados y habría que cuidar con más detenimiento para ahorrarnos cualquier tipo de disgusto inesperado.

Evolución de los motores

Durante los más de cien años de historia que tienen los coches, estos no han parado de evolucionar a lo largo de los años hasta convertirse, hoy en día, en auténticas máquinas equipadas con tecnologías altamente potenciales y eficientes.

Entre todas estas opciones, la que más destaca es el motor turbo, el cual es un sistema que, hasta finales de los 70, no comenzó a perfeccionarse debido a la gran crisis del petróleo que azotó al mundo por aquellos años. Sin embargo, la década de los 80 fue un punto de inflexión en Europa con la aparición del primer motor turbodiésel.

No obstante, el turbo ofrece una serie de ventajas, pero también ciertos inconvenientes: reduce las emisiones y el consumo de diésel, pero también requiere un especial cuidado del vehículo, algo que no todo el mundo es capaz de asumir o de ser consciente.

Tiempo de espera antes de apagar un motor diésel

Volviendo a lo que citábamos líneas atrás, es aconsejable que en los coches diésel no apaguemos el motor justo en el momento de estacionar en nuestro destino y esperar uno o dos minutos antes de realizar la acción. Si lo haces de forma muy repetida, a largo plazo puede llegar a dañar el turbo del motor y, por consecuencia, te arrepentirás de no haber hecho caso a las pautas marcadas.

Cuando realizamos algún que otro viaje largo por las carreteras españolas, los motores turbodiésel necesitan un corto periodo de tiempo para poder bajar las altas temperaturas que alcanzan a la máxima velocidad, por lo que es de gran importancia esperar unos segundos antes de apagar el motor por completo.

Uno de los elementos más importantes en esta faceta, el turbocompresor, adquiere muchísima temperatura en el momento del traslado. Por ello, corres cierto peligro de que los rodamientos sufran y acaben averiándose debido a la precipitación del conductor.

Asimismo, la turbina del turbo seguirá girando sin recibir la lubricación adecuada, por lo que si esta acción se repite constantemente terminará por estropear el motor y tendremos la obligación de pagar una cuantiosa avería de varios miles de euros.


Source: Coches

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por admin