Que el precio de la gasolina y el diésel se ha disparado en los últimos meses es una realidad que repercute directamente en el consumidor, que ya ha visto como ha ido aumentado paulatinamente el gasto en combustible cada vez que ha tenido que ir a llenar el depósito de sus vehículos. En apenas un año el precio de la gasolina ha subido en un 25% y el del diésel en un 28%, lo que supone pagar entre los 16 y los 17 euros más por un depósito de 55 litros.
Los precios al litro de la gasolina están en los 1,53 euros y para el diésel en los 1,42 euros y, en la comparativa con el resto de Europa, en España están entre los más baratos por detrás de Países Bajos, Alemania, Finlandia, Francia, Italia… El coste de los carburantes fósiles se calcula según el precio del barril de Brent por un lado y sumándole los diferentes tipos impositivos por otro. En España, además de añadirle el Impuesto Especial sobre Hidrocarburos (IEH), que es una cantidad fija sobre el precio al litro, se carga también el correspondiente 21% de IVA. Solo del Impuesto sobre el Valor Añadido sobre los carburantes, en 2019 se recaudaron 5.100 millones de euros.
Para reducir el coste de los combustibles fósiles a los que se enfrentan los conductores, la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio ha solicitado a los Ministerios de Hacienda, Asuntos Económicos y Transformación Digital y Transición Ecológica rebajar el IVA del 21% de los carburantes fósiles al 10%.
¿En cuánto podría llegar a traducirse el ahorro para los conductores? Pues en un tanque de 55 litros de gasolina el precio podría llegar a reducirse entre los 10 y los 11 euros. En el caso de la gasolina, la reducción del IVA supondría un ahorro de 20 céntimos por cada lito de combustible y en el caso de gasóleo, de 19 céntimos. Para las empresas de transporte, el ahorro en combustible y repostajes podría alcanzar los más de 8.000 euros anuales.
Source: Coches
