Los motoristas son uno de los colectivos con mayor índice de siniestralidad, al igual que los ciclistas. Un accidente de tráfico con uno de estos usuarios involucrado puede tener, con mucha más facilidad, un desenlace mortal en comparación con otro tipo de conductores, que circulan mucho más protegidos por la carrocería de sus vehículos.
Además de factores como la velocidad y la vía por la que se circule, que obviamente influyen de manera directa en la siniestralidad, hay ciertos elementos del trazado urbano que también contribuyen a que la accidentalidad de estos colectivos sea más elevada incluso a menores velocidad. Además, la circulación junto a vehículos más grandes y pesados también empeora la conducción.
La DGT ha sido querido recordarlo e indica cuáles son los tres riesgos a los que se enfrentan tanto motoristas como ciclistas cuando circulan por ciudad. Cabe destacar que, en circunstancias de baja visibilidad o de lluvia, las probabilidades de sufrir un accidente a causa de estos tres motivos se disparan.
Ángulos muertos
Los ángulos muertos de vehículos más voluminosos, como furgonetas o autobuses, son un problema real para los motoristas y ciclistas que, al ser mucho más pequeños en volumen, acaban siendo invisibles. Para ello la DGT ideó la señal que avisa de la existencia de estos vacíos de visión y se recomienda a estos usuarios circular por el centro de los carriles y no zigzaguear.
Las señales del suelo
Las líneas pintadas de la carretera son de por sí, resbaladizas, y tienden a serlo mucho más con la lluvia. Lo más aconsejable es evitarlas y no pasar por encima de ellas para evitar perder el equilibrio y caer.
Baches y alcantarillas
Por último, los baches y tapas de alcantarilla son obstáculos que, de sobrepasarlos, pueden provocar caídas peligrosas. Lo más indicado, si se tiene tiempo y siempre sin maniobrar de manera brusca, es sortearlas con previsión y seguridad. Además, las alcantarillas son muy resbaladizas cuando están mojadas.
Source: Coches
