Los remolques son uno de los accesorios más utilizados por los coches en España. Son capaces de arrastrar todo tipo de mercancías por la carretera y facilita la vida de los conductores cuando quiere transportar animales como, por ejemplo, perros o cabellos, o si necesitan llevar un equipaje u objeto más pesado y no entra en el vehículo. Lo más importante cuando vamos a utilizarlo es tenerlo anclada de forma segura.
Existen varios tipo de remolques en el mercado. Sin embargo, para poder elegir el más adecuado para nuestro coche, debemos tener en cuenta cuáles son las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos.
Los tres tipo de remolques para tu coche
Uno de los más conocidos y también una de las opciones más baratas es la bola fija para enganchar el remolque. Se debe instalar en un taller en la parte trasera del vehículo y si te arrepientes de haberlo puesto, también te toca visitar al mecánico porque no podemos quitarlo en casa.
Normalmente, los conductores que deciden poner este enganche es porque lo van a usar de forma diaria. Según explica RACE, quizás entre sus mayores inconveniente se encuentra el cambio de estática del vehículo, pero también que puede interferir con los sensores de aparcamiento. Además, debemos tener mucho cuidado cuando vayamos a aparcar para no dañar a otros coches y recuerda que si tapa la matrícula, no se puede instalar.
Otra opción es la bola desmontable horizontal. Es la opción perfecta si no utilizas el remolque de forma habitual. RACE afirma que «se diseñó para evitar que el enganche tapase la matrícula cuando no está el remolque puesto, algo que es ilegal y por lo que te pueden multar con hasta 200 euros«. Es una opción mucho más estética que el enganche fijo, a pesar de que queda visible el sistema de anclaje.
Por otro lado, tenemos la bola desmontable vertical. Del mismo modo que la anterior, está pensada para que la bola no tape la matrícula y es práctica si no se quiere utilizar de manera frecuente. «Este tipo de bola no suele interferir con los sensores de aparcamiento ya que su instalación es en vertical y hacia abajo desde el paragolpes trasero, al contrario que la bola fija o en horizontal, que su instalación se prolonga por detrás del coche», cuenta RACE. Sin embargo, uno de sus inconvenientes es que su precio es algo superior al de los enganches anteriores.
Y por último, está la bola retráctil. Es una opción que se suele instalar en los coches de gama alta. Este enganche se pliega debajo del coche sin necesidad de desmontarla y su mecanismo puede ser eléctrico o manual. RACE dice que su instalación es un poco más compleja, pero «estéticamente es la mejor de todas y tampoco interfiere con los sensores de aparcamiento».
Source: Coches
