JAVIER MOLTÓ
- Adquirir un vehículo pensando en las vacaciones puede ser un error caro.
- Le ofrecemos consejos para comparar y ajustar el coche, y el precio, a sus necesidades reales del día a día.
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Mayo, junio y julio son los tres meses del año en los que más vehículos se venden en España. Muchas de esas compras se efectúan con el objetivo de tener coche nuevo para las vacaciones.
Tiene su lógica. Para un buen número de conductores, el viaje más largo del año se produce en verano y aprovechan para realizar la adquisición con el viaje del año en la mente.
Sin embargo, pensar demasiado en las vacaciones cuando se decide la compra de un coche puede desembocar en un error. Igual que los dietistas aconsejan no ir al supermercado con hambre, porque se compran más alimentos de los necesarios, los asesores en la compra de vehículos tenemos que alertar del riesgo de comprar «pensando» solo en las vacaciones.
El viaje estival puede ser, si se reduce a la Península, como mucho de 1.500 kilómetros. Habrá viajes de más distancia, pero serán los menos.
Son 1.500 kilómetros que se recorren por carretera, cargados muchas veces hasta las ventanillas, con un calor terrible fuera (y a veces también dentro del habitáculo) y siempre en unas condiciones que nada tienen que ver con nuestros recorridos y necesidades habituales.
Conviene hacerse algunas preguntas útiles antes de comprarnos un coche llevados por la emoción.
Despeja tus dudas
¿Cuántos kilómetros recorreré al año?
Hay que recurrir al cuentakilómetros y dividirlo entre el número de años del coche (si lo compramos nuevo) o entre la diferencia desde que lo compramos hasta el día de hoy si es de segunda mano. Es muy útil para saber si compensa un motor de gasóleo o de gasolina. Los diésel gastan menos por regla general, pero también son más caros, más ruidosos y menos suaves en su funcionamiento. Cada recorrido es más barato con un coche diésel, pero compensar la diferencia de precio de adquisición no es siempre posible. Cuándo compensa económicamente comprar un diésel o un gasolina no tiene una única respuesta. Depende del coche, el consumo, el precio y la forma de conducir. Como norma general, por debajo de los 15.000 kilómetros al año no compensa un diésel y por encima de 25.000 no compensa un gasolina. En ese intervalo de 10.000 kilómetros anuales la diferencia entre uno y otro generalmente no es relevante, pero hay excepciones. Algunos fabricantes no venden los diésel más caros que los de gasolina, pero otros sí.
Otro de los factores es la contaminación urbana. Los diésel son poco compatibles con el tráfico en ciudades y con que respiremos todos un aire limpio. Dos aspectos son especialmente perjudiciales, las partículas negras y los óxidos de nitrógeno, que con los motores de gasolina alcanzan valores muy inferiores.
¿Cuántas veces llevaré el maletero cargado hasta arriba?
Es cierto que para las vacaciones cargamos el coche hasta el límite, pero a diario tiene poco sentido llevar un maletero vacío o lleno de trastos, además no es una buena idea. Hace que el coche pese más, característica que no beneficia ni al consumo ni a la seguridad. Los coches más pesados son más torpes y reaccionan con mayor lentitud. Si se puede evitar, mejor, sobre todo porque puede salir más barato y más cómodo.
Un coche con maletero grande mide más y resulta incómodo de mover dentro del garaje y de aparcar en la calle. Cada día hay más empresas que se dedican a transportar bultos para las vacaciones y se organizan para recoger las maletas el día antes y devolverlas dos días después. Un coche de menor maletero suele ser más pequeño y más barato.
¿Por qué tipo de carreteras me muevo normalmente?
Un coche cargado con toda la familia y para las vacaciones requiere un motor potente para subir las pendientes de las autovías a una velocidad razonable. Pero ¿tiene sentido un coche potente para viajar cargado una vez al año? Los fabricantes engordan el precio cuando los vehículos suben de potencia. En ocasiones tiene sentido económico enviar a parte de la familia en autobús, en tren o quizá en avión, con el equipaje o sin él, y comprar un coche pequeño y poco potente y llevarlo poco cargado de vacaciones. El resto del año, por ciudad y por las carreteras cercanas al domicilio habitual, la potencia no suele ser una necesidad primaria.
¿Cuánto me puede costar resolver las excepciones?
Para ahorrar es necesario ser previsor y buscar soluciones a posibles inconvenientes antes de toparse con ellos. A veces resulta más barato llevar bultos en el coche de otro, alquilar uno e incluso utilizar un taxi cada vez que se necesita un método de transporte que comprar un vehículo para tener siempre a mano un medio para desplazarse.
Source: Coches