ÁLEX DÍAZ
- En el canal de motor de 20 minutos vamos a informar de todo tipo de sillas y elementos de transporte para quienes tenemos una movilidad diferente.
- Hay que dedicar un tiempo a estudiar nuestro cuerpo y buscar una silla que se adapte a él.
- Los coches adaptados y el acceso a todo tipo de coches también serán foco de nuestra atención.
Tanto si nos toca comprar una silla por primera vez como si pensamos en sustituir la que tenemos, nos enfrentamos a un problema de difícil solución. Es frecuente que terminemos en la farmacia más cercana a nuestro domicilio porque un día vimos un cartel en el que aparecía una silla de ruedas. Y cuando preguntemos, nos enseñen dos modelos por catálogo y decidamos comprar esa que tiene el color más bonito. O si hablamos de una silla eléctrica, la que nos dicen que es plegable, sin explicarnos que se desmonta en piezas que pesan 25 kilogramos.
La primera cuestión es ¿dónde comprar la silla?
Responder a esta pregunta no es sencillo ni para alguien como yo que se dedica a probar y comparar sillas de ruedas. El primer consejo es que acudamos a un establecimiento donde podamos ver y probar diferentes modelos de silla. Nadie conoce nuestro cuerpo como nosotros y nadie siente lo que sentimos cada uno de nosotros. En realidad, no debiéramos comprar ninguna silla antes de pasar un día entero en ella, pero ¿existe esa posibilidad? Estamos obligados a buscarla en nuestro lugar de residencia.
¿Cómo sabemos si nuestra silla se adaptará a las obstáculos diarios?
Las sillas eléctricas son menos manejables que las manuales. No basta con medirlas y conocer su radio de giro. Tenemos que estar cómodos en ellas, comprobar que lo estamos y tener la certeza de que podemos acceder a todos aquellos lugares de casa a los que queramos llegar.
También es imprescindible que quien nos atienda y oriente en nuestra compra sea un profesional cualificado. Podemos tener y tenemos de hecho necesidades especiales de posicionamiento que debe valorar un técnico ortopeda. Alguien que sepa medir bien la talla de nuestra silla de ruedas y nos la pueda ajustar para que nos quede a medida. ¡Una silla de ruedas no es un sofá con ruedas que nos tenga que quedar grande!
El servicio posventa es otro factor que debemos tener en cuenta
Una silla de ruedas es un vehículo personal con un mínimo de 4 ruedas y en algunos casos con motores, suspensión, electrónica y diversas partes móviles. Por lo tanto, requiere de mantenimiento y en muchos casos de ajustes y configuración inicial. También pueden sufrir averías o nosotros mismos tener percances que dañen alguna parte de la silla. Muchas veces compramos pensando que todo va a ir perfectamente durante la vida del aparato que compremos. A mí me gusta ponerme en el caso contrario. ¿Qué ocurre si a la semana de tener mi nueva silla sufro una avería? Preocupémonos por este tema, especialmente si vamos a comprar una silla de ruedas eléctrica.
Planteo siempre la peor situación posible porque mi movilidad depende de ella. Si hemos comprado nuestra silla en un establecimiento que cuente con un buen taller y servicio mecánico tendremos solucionadas muchas averías o ajustes en poco tiempo y sin necesidad de tener que mandar la silla al fabricante. Algunos establecimientos también cuentan con “sillas de cortesía” que nos pueden prestar o alquilar mientras se arregla la avería que hayamos podido tener.
Dejamos el precio para el final porque todos los apartados anteriores influyen en él. Nos conviene solicitar varios presupuestos y tengamos siempre en cuenta el servicio posventa. Desde la llegada de internet los precios han bajado, pero si compramos por internet debemos asegurarnos de que dispondremos de asistencia presencial si no hemos probado antes o si no conocemos bien la silla. Igualmente, el servicio posventa debe ser presencial, compremos por el canal que compremos.
Source: Coches