Con el aval de BMW y una base tan eficiente como la del X3, ya sea por su calidad, habitabilidad, diseño o dinamismo, aterriza ahora el iX3, el nuevo SUV eléctrico cien por cien de la marca. Y de aquí hasta 2030 vendrán muchos más (el ix y el i4 ya están en la parrilla de salida) pues el coche electrificado ha venido para quedarse y ya nadie duda de que es el futuro.
De hecho, todos los fabricantes están inmersos en una lucha sin cuartel y no hay mes en el que no aparezcan dos o tres modelos con estas características.
BMW, y como no podía ser de otra forma, lo tiene claro y este iX3, junto al más conocido i3 en venta desde 2014, se convierte en su nuevo reclamo para los que quieran en este caso un SUV del tipo medio con una longitud de 4,70 metros y prácticamente con la misma imagen del X3 salvo por algunos detalles propios como puede ser la parrilla delantera carenada, las aerodinámicas y atractivas llantas de 20 pulgadas opcionales o los cromados decorativos en azul que encontramos en varias partes de la carrocería. Es el caso de la ya mencionada parrilla, en las estriberas laterales y en la trasera, donde deberían ir ubicadas las salidas de escape de las que adolece.
El interior, por su parte, es elegante y lujoso, con un diseño limpio y apoyado por pantallas digitales que sirven para el control de todos los parámetros del coche. En este sentido, la normalidad es la nota predominante conservando el diseño del modelo del que deriva y sin cosas “raras” que nos distraigan.
La calidad, como ya es una constante en este fabricante, alcanza unas cotas muy elevadas y los equipamientos son bastante generosos (reglajes eléctricos para los asientos, ópticas de ledes, climatizador trizona, portón trasero de accionamiento eléctrico, techo solar panorámico, Driving Assistant Professional…) al igual que los paquetes opcionales. Nos ha gustado mucho la función BMW Connected Charging que nos permite programar rutas y los lugares donde podemos cargar la batería.
Con el amplio trabajo de desarrollo completado, el iX3 utiliza un motor eléctrico de 210 kW de potencia, el equivalente a 286 caballos. Su autonomía es de 460 kilómetros (en ciclo WLTP) que no está nada mal gracias a su batería de 74 kWh compuesta por 10 módulos. El sistema permite una recarga rápida a un máximo de 150 kW en corriente continua de 0 al 80% de energía en solo 34 minutos.
Aunque tiene un peso 350 kg superior al X3 convencional, las prestaciones del primer SUV eléctrico de BMW son muy interesantes, pues acelera de 0 a 100 km/h en solo 6,8 segundos y la velocidad máxima está limitada a 180 km/h. Con la batería colocada en la parte baja de la carrocería, el centro de gravedad en este modelo baja 7,5 centímetros si lo comparamos con un X3 térmico.
Y llega el momento de pasar a la acción, de comprobar sus cualidades que ya podemos adelantar van a ser muchas. Nos quedamos en primer lugar con su poderosa aceleración y, a continuación, con el impecable silencio de marcha del que disfrutamos como ya es habitual en este tipo de coches. Se conduce prácticamente como el X3 “normal” y su paso por curva, con el motor y la tracción detrás, es de lo más equilibrado aunque se percibe rápidamente que es más pesado que aquel.
Aún así, hay que hablar de un comportamiento sin tacha al incluir una suspensión adaptativa y varios modos de conducción, incluido el “sport”, para encontrarnos muy cómodos en cualquier tipo de recorrido. Curiosos resultan igualmente los sonidos que se reproducen en el interior (firmados por Hans Zimmer) y que tratan de romper el silencio tan profundo que se respira si prescindimos de cualquier tipo de música.
En ciudad, el “One-Pedal” (se usa básicamente el acelerador) es muy eficaz a la hora de regenerar la batería y movernos con bastante soltura porque tampoco es un coche muy grande.
En cuanto a los consumos, nosotros pudimos anotar una media de 21,8 kWh y, sobre todo, de disfrutar de una gran autonomía que nos llevaría a recorrer 300 kilómetros sin muchos miramientos con el pedal del gas.
Por lo que concierne a su precio, el nuevo iX3 no es un coche barato al igual que sucede con sus rivales entre los que podríamos destacar los no menos novedosos VW ID.4 o Mercedes EQC. La versión de acceso Inspiring cuesta 72.300 euros y 5.350 euros más el acabado Impressive. La verdad que son cifras muy respetables y todo depende de nuestras necesidades a sabiendas que en su caso vamos a disfrutar siempre de un gran coche.
Source: Coches