Las bajas temperaturas (que ya se notan en la mayor parte de España) pueden afectar al funcionamiento de tu coche. Los nuevos modelos están más preparados para soportar el frío pero, independientemente del año de fabricación, tu vehículo puede sufrir las consecuencias del inverno.Aparte de que el coche consumirá más combustible durante estos meses, hay algunos líquidos del coche que también pueden verse afectados. El aceite, el refrigerante o los lubricantes pueden perder algunas de sus propiedades por debajo de los 10ºC o incluso pueden congelarse, como el diésel.Otro elemento que sufrirá el frío es la batería. Si el coche funciona con combustible, la pila perderá potencia y quizás sea difícil arrancar con temperaturas muy bajas, ya que por debajo de los 0ºC esta cede capacidad para suministrar corriente. Si, por otro lado, el vehículo es eléctrico o híbrido, la batería puede sufrir daños o pérdidas de autonomía.Si las temperaturas son demasiado extremas, quizás ni siquiera se pueda abrir el vehículo con la llave ya que la cerradura o el bombín estarán congelados. Este problema es más típico en coches viejos que no tengan sistema de cierre centralizado, pero es un inconveniente a tener en cuenta.También podría suceder que los limpiaparabrisas se pegaran al cristal y este no se pueda limpiar hasta que el coche se caliente o que incluso el agua del depósito de limpieza se congele. Y, por supuesto, hay que tener en cuenta que si el coche se estaciona en la calle la temperatura que hará dentro del habitáculo será igual que la del exterior, por lo que habrá que gastar combustible en calentar el interior del coche para poder conducir sin tiritar.Para asegurarte de que tu vehículo funciona correctamente durante el invierno, es recomendable realizar un mantenimiento periódico, revisar todos los líquidos del coche y no dejarlo parado durante demasiado tiempo. Sobre todo, antes de salir de viaje, es importante estar preparado y verificar que no hay ningún problema en la mecánica del automóvil.
Source: Coches
