LUCÃA CARMONA CASTRO
- La gravilla y las pequeñas piedras que se desprenden de las carreteras provocan desperfectos en la pintura, que protege la carrocería del coche de la oxidación.
- La base de una buena conservación de la pintura consiste en un lavado a mano del coche y posterior secado adecuado, entre otras cosas.
- Noticia relacionada: Cómo limpiar adecuadamente el coche a mano.
Pueden ser varios los motivos por los que puede aparecer la corrosión en la carrocería y bajos de un coche. En este artículo te contamos cuáles son y te damos algún consejo de cómo evitarla.
Al igual que nos protegemos del sol, nuestro coche necesita protegerse si viajamos a zonas costeras. En la parte de la carrocería del coche, cuando hay pequeños o muy pequeños impactos, el metal de la misma queda expuesto a las condiciones ambientales por falta de pintura protectora. Cuando esto sucede, puede haber una reacción química entre el oxígeno y el metal que hace que se produzca una oxidación. Ese óxido va progresando por el metal poco a poco y pasa de ser un detalle inapreciable a producir burbujas en la pintura y erosión en la carrocería.
Los motivos por los que nos puede aparecer oxidación y corrosión, según la empresa de limpieza del vehículo, Top Élite Car, son:
- La gravilla y las pequeñas piedras que se desprenden de las carreteras provocan desperfectos en la pintura dejando expuesto el metal. Lo más frecuente de los impactos está en los bajos del coche, los pasos de rueda o la parte interior de las aletas.
- La sal es muy corrosiva, por eso cuando viajamos por carreteras donde nieva, o ha nevado, y están llenas de sal, es muy recomendable lavar el coche al término del viaje. Hay que tener especial cuidado con lavar los bajos del coche.
- Ahora en verano, que es muy común viajar a zonas de la costa, hay que tener cuidado con la carrocería del coche. La salinidad del ambiente marino nos puede provocar corrosión en toda la carrocería, incluso en el interior del coche en todos los elementos metálicos y también en varios elementos que forman el motor.
En el momento en el que localicemos un impacto, por pequeño que sea el golpe o arañazo de la pintura, deberíamos arreglarlo para así evitar la corrosión de la carrocería.
Si podemos examinar los bajos del coche podremos ver cualquier posible foco de corrosión. Para ello, debemos eliminar las trazas de barro, sal o cualquier otro elemento y así prevenir el proceso de corrosión.
Prevenir la corrosión
La base de una buena conservación de la pintura de la carrocería consiste en un lavado a mano del coche y posterior secado adecuados, con jabones neutros que respeten la pintura, ceras, plásticos, gomas… y utilizar toallas de microfibra de alta absorción para no dejar residuos en el secado.
Por otro lado se puede prevenir la corrosión de la zona de los bajos y pasos de rueda aplicando antigravilla. Aunque viene ya aplicada de fábrica en casi todos los modelos, lo cierto es que con el uso se va deteriorando. Permite proteger las zonas de paso de rueda de las proyecciones continuas derivadas de la conducción y de la corrosión.
A su vez, permite reconstruir el grabado y la textura original en todos los puntos visibles como faldones delanteros y traseros, largueros de chasis, paneles delanteros y pasos de rueda que están sin pintar y generalmente son plásticos de color negro o antracita.
Si ya hay corrosión en la parte de los bajos y pasos de rueda, hay que hacer un tratamiento antióxido, disolviendo y eliminando la capa de óxido tratada, sin generar manchas en el metal.
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Source: Coches