ANA MARTÃNEZ
- Es esencial comprobar que el vendedor sea el propietario del vehículo.
- Desconfiar si el anunciante no quiere quedar en persona ni enseñar el producto.
- Coche en el extranjero y precios irrisorios, entre los timos más comunes.
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A la hora de comprar coches, motos y cualquier vehículo a través de internet, el consumidor puede seguir una serie de consejos para reducir las posibilidades de convertirse en víctima de una estafa. Los expertos recomiendan desconfiar de los vendedores que anuncian que el vehículo se encuentra en el extranjero y de ofertas muy buenas con un precio excesivamente bajo.
«Es un poco arriesgado comprar coche a través de internet a particulares», afirma Ana María Amador, abogada en el Comisariado Europeo del Automóvil (CEA). Por ello, es esencial tomar precauciones y no arriesgarse con compras rápidas y poco meditadas.
1. Exigir toda la documentación. Entre los papeles a pedir al vendedor, no hay que olvidarse del informe de titularidad histórico, que vendría a ser el DNI del coche y es esencial para conocer el estado real del vehículo.
«Es elemental, hay que pedirlo siempre», explica Amador. Se trata de una información pública a la que cualquier ciudadano puede acceder con el número de matrícula o de bastidor en una Jefatura de Tráfico, previo pago de las tasas. También se puede obtener a través de internet en la página web de la DGT. Gracias a este documento, es posible comprobar que el vendedor sea el propietario del vehículo, el número de dueños que ha tenido, las cargas del vehículo (como multas) y si tiene la ITV y el seguro en regla, entre otras informaciones útiles.
2. Desconfiar de las gangas. Un gancho habitual en las estafas es mostrar una oferta a un precio muy bajo, con el objetivo de llamar la atención de potenciales compradores y animarlos a comprar.
«Las gangas no existen -deja muy claro Amador-. Hay que desconfiar siempre e intentar que den una garantía«. Una forma sencilla de no caer en estas trampas es hacerse una idea del precio medio de los vehículos en portales y buscadores online especializados.
3. Contacto directo. Además de hablar por teléfono con el anunciante, será necesario conocerle en persona y probar el producto. «Lo de fuera es bonito, pero es lo más sencillo de manipular. En los asientos y en los cinturones se ve mucho si el coche ha sido muy usado -explica Amador-. En el pedal del embrague y el freno también se nota».
Si el consumidor no es experto en la materia, una opción es ir acompañado de alguien que sí lo sea. Y si el vendedor se resiste a quedar, habrá que desconfiar.
4. No adelantar pagos. Los expertos coinciden en que no se debe enviar dinero sin haber probado el vehículo ni firmado el contrato. El usuario deberá sospechar si el vendedor tiene mucha prisa por recibir el pago y exige con antelación un ingreso para cubrir los gastos de la aduana o del transporte. «No pagar antes de ver bien el producto», aconseja Amador.
5. Perfil del vendedor sospechoso. Determinados comportamientos del vendedor pueden indicar que nos encontramos ante un timo. Si evita preguntas, tiene mucha prisa y no deja probar el coche, se disparan las alarmas.
«Si nos ponen dificultades para ver su estado físico, para hacerle una revisión del motor, del cuentakilómetros y si nos dificultan mostrar información actualizada del vehículo», especifica Miguel Ángel Serrano Ruiz, miembro del gabinete jurídico de Facua.
6. Buscar garantías. «Hay que intentar comprar los vehículos usados con una garantía de un año», asegura Amador. Sin embargo, a diferencia de cuando tratamos con empresas, en la compra a particulares la normativa no obliga a establecer un periodo de garantía.
«No es la misma normativa la que se aplica cuando compramos un coche de segunda mano a un particular que cuando se lo compramos a una empresa», recuerda Facua.
7. Navegar en páginas web seguras. Las páginas de confianza cuentan con un certificado reconocido: el https que aparece al principio de la dirección web indica que existe un sistema de cifrado. Aunque no es una señal inequívoca de garantía, si la ‘s’ final no aparece se trata de un sitio no seguro.
Por otro lado, en alguno de los casos el consumidor suele actuar con dos agentes a la vez, con la página web que permite las gestiones y que se publicite el coche y con el particular que vende el vehículo. «En ese tipo de circunstancias la página web se suele lavar las manos porque dice que es intermediaria», avisa Serrano.
8. Vigilar el cuentakilómetros. Amador recomienda pedir las últimas revisiones del concesionario y, sobre todo, los informes de los cambios de aceite. Entre otras cosas, estos documentos indican los kilómetros reales recorridos.
También es aconsejable dejar constancia en el contrato de la cantidad que se refleja en el cuentakilómetros por si es necesario reclamar con posterioridad.
9. Dudar con mensajes mal escritos. El usuario debe sospechar si recibe correos electrónicos mal redactados y con faltas de ortografía. En general, hay que desconfiar si el texto tiene la apariencia de haber sido escrito a través de un traductor automático de internet.
10. ¿Y si ya hemos sido timados? «Se puede demandar por incumplimiento del contrato y exigir una solución. Habría que acudir a los tribunales», dice Serrano. Pero avisa: «En el caso de particulares, es mucho más dificultoso para la persona que padece el defecto del vehículo».
Como medida de precaución, recomienda «vigilar mucho lo que estamos firmando y las condiciones, especialmente si es entre particulares».
Los timos más comunes a evitar
Precio irrisorio. En ocasiones, los estafadores utilizan imágenes de coches reales y los ofertan a un precio por debajo de lo usual para pescar a los usuarios. Suelen alegar que hay muchas personas interesadas y piden una señal para confirmar la compra. Una vez enviado el dinero, el vendedor desaparece.
Vehículo fuera del país. Una de las estafas habituales es afirmar que el coche está en el extranjero. Cuando el interesado contacta con el anunciante, este le comunica que es necesario contratar una agencia de transportes y le pide dinero por adelantado. Esta situación también le permite no tener que enseñar el producto ni quedar personalmente. «La venta a distancia puede ser un especial riesgo porque no sabemos realmente quién esta detrás del ordenador», señala Facua.
Cheque falso. En el caso de ser el vendedor, el consejo general es desconfiar cuando el comprador quiere pagar con un cheque. Una vez más, las sospechas se incrementan cuando el interesado se encuentra fuera de España y pide dinero para gastos de envío.
Source: Coches