Durante el verano, aumentan las posibilidades de sufrir un accidente de tráfico debido al incremento del número de vehículos que circulan por las carreteras. Los atascos, el tráfico intenso y el cansancio de los viajes largos no ayudan a conducir con seguridad. La situación empeora cuando, además, decidimos coger nuestro coche y hacer un viaje fuera de España, conduciendo por el extranjero.
Y es que circular prestando atención al GPS, equivocarse de salida, perder los nervios o no conocer las costumbres del tráfico de cada país pueden ser causas de despistes, sobresaltos y colisiones. ¿Cómo hay que reaccionar en caso de sufrir un accidente de tráfico con nuestro propio coche fuera de España?
Lo primero es diferenciar dos posibles escenarios: uno en el que existe el acuerdo para usar la Carta Verde y otro en el que no. La Carta Verde es un documento que acredita que el coche dispone de un seguro de responsabilidad civil obligatorio en un país dentro del Convenio Multilateral de Garantía, un acuerdo entre los países pertenecientes Espacio Económico Europeo.
Con o sin Carta Verde
En este primer escenario, la empresa de seguros Mapfre aconseja seguir los siguientes pasos, empezando por rellenar el Parte de Accidentes Europeo, un documento estándar que poseen todos los países de la Unión. En este se debe reflejar cómo se produjo el accidente y quién fue el causante del mismo, además, de que es indispensable que esté firmado por las dos partes que han intervenido en el accidente. Igualmente, es aconsejable anotar los datos que nos puedan servir de vuelta en España por si hubiera algún problema (matrícula, modelo y marca de los vehículos implicados, el número de Carta Verde, cuáles son sus compañías aseguradoras…).
Hay que contactar, bien por necesidad de ayuda o simplemente por informar de lo sucedido, con las autoridades competentes. Igualmente, habrá que llamar a nuestra aseguradora para que nos indique cómo debemos proceder si necesitamos cualquier tipo de asistencia: médica, mecánica… La Carta Verde cubre los daños causados a terceros, pero no al conductor que haya provocado el accidente ni los daños que haya sufrido. Como siempre, será la compañía del vehículo responsable del incidente la que tenga que asumir los gastos derivados del mismo.
Si circulamos por un país en el que no está vigente el Convenio, todo el proceso de gestión del accidente será regulado según la legislación del país y lo más indicado es que acudas al consulado español para asesorarte. Igualmente, lo aconsejable es que revises qué tipo de coberturas puedes contratar antes de circular por el país.
Si necesitas reclamar por daños o por una indemnización, el procedimiento será más sencillo en el caso de hacerlo en uno de los países del Convenio, ya que podrás iniciar el procedimiento desde España con el asesoramiento de tu compañía de seguros. En caso contrario, sigue siempre las instrucciones de tu aseguradora y del consulado.
Source: Coches
