Mar. Dic 24th, 2024

Cuando se mostró por primera vez al público, el 2CV sorprendió por su diseño original, gran versatilidad de uso y planteamiento tan económico. También supo distinguirse por sus innovaciones tecnológicas, muy avanzadas para la época, entre las que destacaban la tracción delantera, su cómoda suspensión y un motor de 2 cilindros refrigerado por aire.

A mitad de la década de 1930, Citroën inició el desarrollo de este modelo que debía ser de pequeñas dimensiones y capaz de circular por cualquier tipo de terreno. “Pide a tu equipo que estudie un coche que pueda transportar a dos agricultores calzados con zuecos, 50 kg de patatas y un tonel de vino a una velocidad máxima de 60 km/h con un consumo de 3 litros cada 100 km” fueron las exigencias transmitidas por el director general al equipo técnico de la marca.

Motor boxer refrigerado por aire

Mecánicamente, el 2CV montó en sus inicios un bóxer de 2 cilindros refrigerado por aire que tenía una cilindrada de 375 cc, con 9 CV de potencia, y un cambio de cuatro velocidades. Más tarde, en 1970, llegaría una evolución de 28 CV que se ponía en marcha utilizando la manivela empleada habitualmente para el cambio de las ruedas del coche.

En la primavera de 1951 se lanzó una versión comercial, desarrollada sobre la base del modelo original, que disponía de un gran espacio de carga con un fácil acceso a través de las dos puertas batientes de la parte trasera.

Después de la salida del último 2CV de la planta portuguesa de Citroën en Mangualde el 27 de julio de 1990, este utilitario se convirtió en un vehículo de culto. Todavía en la actualidad, miles de apasionados lo coleccionan y han hecho de él un símbolo de su estilo de vida.

En nuestro país, este coche tuvo un papel fundamental en el desarrollo de la industria de la automoción. En 1958, el primer modelo que salió de las líneas de montaje de la fábrica de Vigo fue un 2 CV en su versión furgoneta.


Source: Coches

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por admin