GUILLE LLOPIS
- Las dos empresas han anunciado su intención de lanzar al mercado la tecnología en 2020, de la que hay más interrogantes que certezas a menos de tres años vista.
- El objetivo de la alianza Bosch-Daimler es desarrollar el software y algoritmos necesarios para aplicar su sistema dirigido a taxis automatizados.
- La puesta en funcionamiento de esta tecnología supondría una revolución en un sector con millones de trabajadores en todo el mundo.
- Más información y noticias sobre el coche autónomo en la minuteca de 20minutos.es.
Bosch y Daimler han anunciado una alianza con la que pretenden, en el año 2020, tener desarrollado un sistema de conducción autónoma. Esta tecnología, para la que ambas compañías tienen como objetivo desarrollar todo el software y algoritmos necesarios, estaría dirigida a flotas de taxis automatizados que pudiesen circular en entornos de tráfico urbano sin necesidad de interacción humana.
El anuncio, de concretarse, supondría un cambio inmenso en el paradigma de movilidad tal y como se concibe hoy en día. El cambio hacia la conducción autónoma se aceleraría unos años antes de lo previsto por el grueso de las marcas, que en la mayoría de los casos contemplan estos sistemas como metas a largo plazo y todavía en fase embrionaria en cuanto a desarrollo y ejecución.
Daimler y Bosch quieren, con su colaboración, poner en circulación a principios de la próxima década taxis que pudieran circular con autonomías de nivel 4 (automatizados pero con supervisión humana) y 5 (directamente sin conductor). Esta meta se concretaría, según la información facilitada por ambas empresas, en suelo urbano, aunque no han especificado si podría utilizarse fuera de núcleos metropolitanos.
En el horizonte, Daimler y Bosch quieren un sistema tecnológico listo para su producción en serie, y que pueda utilizarse de forma que sea el coche el que llegue hasta el ocupante y no al contrario. Es decir, una materialización adaptada a la vida diaria de los ciudadanos de muchos de los sistemas que se han probado ya en distintas ocasiones a lo largo y ancho del mundo (como este autobús sin conductor), y más concretamente en un sector como es el del taxi.
Un futuro de incógnitas
Pese a la información del proyecto que las dos compañías han hecho pública, son muchos más los interrogantes que surgen ante este avance tecnológico que las certezas existentes a día de hoy. Desde 20minutos.es hemos tratado de contactar con portavoces de ambas compañías, aunque sin obtener hasta el momento una respuesta respecto a este asunto (sujeto a actualización).
Entre las cuestiones que deja en el aire una noticia de semejante calado se encuentra, por ejemplo, la forma en la que las distintas regulaciones de tráfico de cada uno de los países adoptarán a los sistemas de conducción autónoma, para la que todavía no existe un marco legal común a nivel internacional, ni en el caso de las limitaciones a la circulación ni en cuanto a seguros por posibles accidentes y su responsabilidad inherente.
También la presión social podría jugar un papel importante en la implantación de estos sistemas. Recientemente en España se han vivido episodios de tensión entre trabajadores del sector del taxi y empresas como Uber o Cabify, a las que se ha acusado de ilegítimas, por lo que implantar un sistema que directamente sustituye al conductor por un coche que circula por sí mismo supondría una respuesta a nivel sectorial que todavía hoy es una hipótesis.
Las ciudades, todavía en los primeros pasos de la carrera de largo plazo que supone la conversión a smart city, serían el escenario por el que estos nuevos vehículos autónomos circularían. La necesidad de adaptar infraestructuras como puntos de carga, ya fuese en suelo municipal o en estaciones de servicio, solo podría calibrarse con exactitud una vez los coches automatizados hubiesen echado a rodar.
Tampoco Bosch y Daimler han especificado el formato con el que su nueva tecnología saldrá al mercado. Surge con ello la incógnita de si serán las propias empresas las que gestionen la flota de vehículos que incluya su sistema autónomo, como ocurre en plataformas del estilo de Emov o Car2go, o si la «salida al mercado» anunciada significa una comercialización general, al menos adaptada a taxistas y conductores profesionales.
Por el momento, los datos conocidos a ciencia cierta son muchos menos que las cuestiones surgidas a partir de ellos. A la espera de ver cómo la sociedad, las administraciones y las empresas desarrolladoras avanzan en esta dirección, el tiempo avanza hacia el año 2020, marcado en rojo a lo lejos por los cambios en la movilidad que podría implicar.
Source: Coches