GUILLE LLOPIS
- El coche es, tras el hogar propio y el lugar de trabajo, el sitio en el que más tiempo pasan las personas.
- El prototipo de Bosch está enfocado a que el usuario pueda disponer de más tiempo para sí mismo mientras circula en el coche con mayor seguridad.
- No necesita llave, indica dónde hay aparcamientos libres e incluye sistemas de seguridad tanto para la conducción como contra ataques informáticos.
El coche es uno de los lugares en los que, junto al propio hogar y el lugar de trabajo, más tiempo pasan las personas. Así lo cree Bosch, que ha presentado en el Mobile World Congress de Barcelona un nuevo concepto de vehículo al que ha llamado Bosch Forward ShowCar. Este modelo, que por ahora no es más que un prototipo, es una primera piedra para mostrar al coche como asistente personal de su usuario. La idea, según afirman, es «hacer la vida más fácil, cómoda y segura» por medio de la movilidad conectada y la tecnología de sensores aplicada al día a día.
La introducción de Bosch en la feria parte de un dato: la compañía calcula que hasta el año 2022, el mercado de la movilidad conectada crecerá a un ritmo anual del 25%. En un futuro no demasiado lejano, el coche será un elemento más que añadir a la larga lista de partes de nuestra vida conectadas: casas inteligentes, dispositivos móviles y coches autónomos podrán interactuar entre sí para ofrecer un mejor servicio al usuario.
Más allá de la conducción autónoma sobre vehículos eléctricos y conectados, realidad hacia la que la movilidad se dirige, el ‘concept car’ presentado por Bosch quiere permitir a sus usuarios disponer de más tiempo para centrarse en cometidos que no sean la pura conducción.
¿Qué tecnologías incluye?
Para que un coche se convierta en una extensión del usuario, en poco menos que un asistente personal, es necesario algo más que memorizar la configuración del asiento o guardar las listas de reproducción favoritas del conductor. La idea que persigue Bosch es la de convertir la conducción en una fase en la que el usuario pueda sacar tiempo para sí mismo y atender cuestiones periféricas al vehículo.
Todo parte de una comunicación directa y fluida entre el coche y su conductor. En el interior del Bosch Forward ShowCar se incluye una cámara de monitorización que, mediante un reconocimiento facial, identifica al usuario y personaliza toda la configuración desde el momento que accede al habitáculo. En ese momento, todas las preferencias personales del conductor se adaptan a su gusto: altura del volante, retrovisores, temperatura o radio adoptan la configuración elegida por el usuario, pero no solo eso. El conductor puede manejar cada uno de los elementos mediante un control gestual que utiliza una tecnología llamada retroalimentación háptica: el coche utiliza ultrasonidos para detectar si, por ejemplo, las manos del conductor están en el lugar adecuado.
Los retrovisores convencionales quedan atrás. El ‘Mirror Cam Sysyem’ que incluye el prototipo sustituye a los clásicos espejos laterales por videocámaras y unos displays que muestran las imágenes cómodamente para el usuario.
Las llaves son cosa del pasado
Otro de los elementos clásicos inherentes a todo coche que, según Bosch, quedarán obsoletos, son las llaves. Aplicaciones de alquiler de coches por minutos como Emov o Car2Go ya permiten abrir los vehículos desde el móvil, y ese sistema podría implantarse también en el futuro en coches particulares. ‘Perfectly Keyless’ ha llamado Bosch a su sistema móvil, que permitirá al conductor no solamente desbloquear las puertas y acceder al vehículo con su teléfono móvil, sino también arrancar el coche de forma pasiva. Es decir, el usuario no tendrá que apretar ningún botón ni accionar ningún comando, sino que funcionará por proximidad: cuando se acerque a menos de dos metros del coche, éste se abrirá, y una vez el sistema detecte el teléfono dentro del coche, arrancará el motor.
Uno de los aspectos que más dolores de cabeza provoca a los conductores (especialmente en las grandes ciudades) es la búsqueda de aparcamiento. El Bosch Forward ShowCar incluye un sistema llamado ‘Community-based Parking’ (aparcamiento comunitario) que permitirá al coche detectar plazas de aparcamiento libres mientras circula. Los datos se recopilan en un callejero digital, se analizan mediante un algoritmo y prevén la situación del aparcamiento, lo que se traduce en un mapa en tiempo real de los sitios libres para estacionar. El sistema, en colaboración con Mercedes-Benz, ya se está probando en Stuttgart.
También el prototipo de Bosch tiene sistemas enfocados a la seguridad: con un sistema de información en la nube, los conductores pueden saber en tiempo real si se aproxima algún coche en contra dirección que pueda comprometer la seguridad de la circulación. El sistema serviría tanto para avisar de posibles despistes a conductores que no sepan muy bien por dónde circulen como para alertar a quienes vayan por el lugar correcto de alguien que se aproxime por donde no le corresponde.
Pero, como ya demostraron hace algunos meses unos hackers mediante una serie de experimentos, los coches conectados son potencialmente vulnerables a ataques informáticos. Bosch ha implantado distintos sistemas de encriptación de su software para evitar la manipulación y el robo de información, de forma que las distintas actualizaciones puedan implantarse de forma segura y fiable. Un paso más hacia la conectividad total entre el usuario y todos los dispositivos que le rodean.
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Source: Coches