A finales del año pasado Audi dio continuidad a su modelo Q5 con una leve actualización. Los cambios no fueron excesivos porque no se requerían, pero sí suficientes: parrilla hexagonal más grande y rediseñada, nuevo paragolpes (que hace al conjunto 2 cm más largo), ópticas renovadas (las traseras con tecnología OLED disponible como opción), sistema multimedia puesto al día y simplificación de mandos en el interior.
Todo sutil, pero todo para sumar, manteniendo como siempre la sensacional impronta de un SUV de casi 4,7 metros de longitud. El modelo germano resuelve, en cuanto a tamaño, prácticamente cualquier necesidad, ya que además de un gran espacio interior también dispone de un maletero de 550 litros (ampliable a 1.550 plegando los asientos).
Todo ello con una calidad de acabados exquisita, como es habitual en la marca, y una sencillez que hace muy fácil y agradable la vida a bordo. Nadie viaja con “apreturas” en un Q5, y la confortabilidad está por encima de todo.
Por otra parte, Audi sigue apostando por los injustamente “demonizados” motores diésel (al menos, los actuales), y a su modelo 40 TDI de cuatro cilindros, 2 litros de cubicaje y 204 caballos le ha añadido un sistema de microhibridación de 12 voltios, con lo que consigue hacerlo más eficiente y clasificarlo como vehículo de etiqueta “Eco”, lo que le aporta grandes ventajas fiscales y de movilidad que siempre son bienvenidas.
Este Audi es largo y ancho, y claramente la ciudad no es su hábitat natural, aunque es bastante maniobrable y cómodo al conducir. El motor diésel es algo sonoro en parado, sobre todo en frío, pero el habitáculo está perfectamente insonorizado y apenas se percibe. Desde luego, en vías rápidas el sonido es tan suave como el propio funcionamiento del motor, que tiene una buena dosis de par desde bajas revoluciones y eso siempre facilita mucho la conducción.
El sistema Audi drive select permite elegir entre varios perfiles de conducción, y como estamos ante un modelo dotado con tracción total quattro se añade la opción “off road” a los tradicionales “comfort”, “auto”, “dynamic” e “individual”. Para seleccionarlos solo hay que pulsar unos botones bajo los mandos del sistema de climatización.
El sistema de tracción integral contribuye a que este Q5 tenga un comportamiento magnífico en carretera, donde se defiende con firmeza y estabilidad a pesar de la altura y los casi 1.900 kg de este modelo, si bien en esto también influye la suspensión deportiva de la versión S line sometida a prueba. Durante nuestro test no rodamos fuera del asfalto, pero el probadísimo sistema de tracción integral Quattro y los casi 21 cm de altura al suelo aseguran un sobrado desempeño por caminos sencillos (e incluso los que no lo son tanto).
El cambio S tronic de doble embrague y siete velocidades es otro de los elementos destacables del Q5, aunque esto no es una novedad. Su buen funcionamiento hace que nos concentremos más en la conducción, y si queremos manejarlo de forma manual podemos utilizar las levas del volante.
En materia de consumo, otra de las gratas sorpresas, ya que Audi ha homologado solo 6,5 litros de gasto medio a los 100 km. Parte el mérito está en el sistema de hibridación, que reduce ligeramente el trabajo del motor en determinadas circunstancias, ahorrando hasta 0,3 litros de media. En nuestro caso, probando el coche en todo tipo de vías y sin escatimar esfuerzos del motor, obtuvimos un consumo medio total de 7,6 litros, si bien en carretera se pueden mantener ritmos constantes por debajo de los 6.
El Audi Q5 40 TDI está disponible a partir de 52.000 euros, pero la versión S line probada es la más equipada y su precio se eleva hasta los 58.140 euros. Además de características deportivas inherentes a este acabado, como los detalles cromados alrededor de la parrilla, paragolpes y estriberas, llantas de 19 pulgadas (de 20” en el caso de la unidad probada) o tapicería y decoración específica en el interior, elementos como el cuadro de mandos digital multiconfigurable y el sistema multimedia con pantalla de 10,1 pulgadas son de serie, este último con un funcionamiento más rápido y con multitud de funciones añadidas, fruto de la última actualización.
Motor: diésel.
Potencia (kW/CV): 150/204.
Cambio: automático, de 7 velocidades.
Largo (mm): 4.682.
Ancho (mm): 1.893.
Alto (mm): 1.662.
Maletero (litros): 550.
Velocidad máxima (km/h): 222.
De 0 a 100 km/h (seg.): 7,6.
Consumo medio (l/100 km): 6,5.
Emisiones CO2 (gr/km): 171.
Precio (euros): desde 52.040 euros.
Source: Coches