Las carreteras inteligentes son uno de los proyectos en vías de desarrollo más ambiciosos a nivel de movilidad y tráfico. Casi todos los países europeos tienen en ciernes el desarrollo de autopistas y autovías conectadas que permitan gestionar de una manera más efectiva el tráfico rodado, sobre todo en lo relacionado con la seguridad vial de los diferentes usuarios de este tipo de vías.
España, a través de la DGT, también está trabajando en su propio proyecto de carreteras conectadas a través de la llamada DGT 3.0, de la cual ya se ha hecho mención en ocasiones anteriores. Sin embargo, las vías españolas no serán las primeras en ser inteligentes: un país vecino ha tomado la delantera y será el primero en Europa en estrenar una smart road.
La A3, que conecta las regiones italianas de Salerno con Reggio Calabria, será la primera autopista europea conectada e inteligente. Durante los próximos tres años se van a desarrollar las primeras obras que, por el momento, cuentan con un presupuesto de 250 millones de euros del proyecto Smart Roads de ANAS, la sociedad pública italiana que gestiona las vías de alta capacidad en este país.
La tecnología 5G y el desarrollo de la misma en la propia producción automovilística es centro neurálgico del proyecto de las carreteras inteligentes. La idea es que carretera y coche estén conectados continuamente para poder avisar de situaciones de riesgo o imprevistos durante el trayecto (accidentes, obras…), pero también para poder facilitar, por otro lado, la conducción autónoma.
El proyecto lleva activo desde el pasado 2017, cuando se presupuestaron 100 millones de euros para el desarrollo de los primeros pasos hacia la buscada carretera inteligente.
Conectividad y conducción autónoma
Así, la puesta en marcha de esta primera carretera inteligente se centrará en la conectividad inalámbrica entre vía y conductor para poder hacer uso del sistema de avisos por obras, accidentes, atascos… Y disfrutar al mismo tiempo de alternativas al recorrido inicial o de diversas opciones para planificar el recorrido. Los más de 400 kilómetros de la A3 disfrutarán de este tipo de conexión, incluyendo sus 480 puentes y viaductos y 190 túneles.
Por otro lado, la conducción autónoma se desarrollará gracias a que las autoridades han permitido y regulado que los coches con este tipo de características puedan circular sin restricciones y sin intervención del conductor.
Ecosostenibilidad
Además, todo este proyecto es sostenible desde un punto de vista energético. La electricidad necesaria para poner en marcha los dispositivos de conexión, wi-fi y control del tráfico provendrá de fuentes de energía renovables colocadas estratégicamente a lo largo de los más de 400 kilómetros de la A3. El proyecto, así como el presupuesto, contempla la instalación de paneles fotovoltaicos y turbinas eólicas para ello.
Al mismo tiempo, se va a aprovechar la creación de esta infraestructura de energía verde para colocar puntos de recarga rápida para los vehículos eléctricos, solucionando así uno de los problemas a los que se enfrentan los coches híbridos enchufables y, ante todo, eléctricos puros.
Source: Coches