El Ayuntamiento de Barcelona y Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) han puesto en marcha este lunes en fase de pruebas un nuevo coche que sancionará a los conductores que paren o estacionen en el carril bus, con el fin de mejorar la velocidad de los autobuses y la seguridad vial. A partir de mayo empezará a imponer multas, de entre 60 y 200 euros.
El nuevo vehículo, 100% eléctrico, es capaz de detectar vehículos privados y de distribución de mercancías, fotografiarlos -con su respectiva matrícula- y enviar estas imágenes al Institut Municipal d’Hisenda (IMH), responsable de sancionar al ciudadano.
Dos cámaras: lectura de matrícula y de contexto
El coche dispone de dos cámaras situadas en el exterior de la carrocería: una habilitada con un lector de matrículas y otra que hace una lectura del contexto. Asimismo, también cuenta con una pantalla táctil instalada dentro del vehículo.
La captación de imágenes se puede hacer tanto manualmente como en automático y, una vez enviada al IMH, «se elimina de la base de datos de TMB«. En el vehículo siempre viajarán dos empleados de Transports Metropolitans de Barcelona, quienes acostumbrarán a circular por aquellas zonas en las que se producen más infracciones. No habrá necesidad de que les acompañe un agente de la Guardia Urbana, puesto que la delegación de las competencias sancionadoras son del Área de Movilidad, que ha hecho el encargo a TMB mediante la firma de un convenio y de un decreto de alcaldía.
«Evitar movimientos bruscos con riesgo de accidente»
«El objetivo es claro«, comenta el conseller delegado de TMB, Xavier Flores. La finalidad de este vehículo es ofrecer un buen uso del carril bus, así como eliminar la sensación de «inseguridad viaria que sufren tanto pasajeros del transporte público como el resto de la ciudadanía».
Desde TMB señalan que con esta nueva incorporación «no se pretende poner más multas«, sino mejorar la seguridad viaria. Recuerdan que los buses son vehículos que pueden alcanzar hasta 18 metros de largo, por lo que realizar movimientos «bruscos«, tratando de a esquivar turismos, conlleva un “riesgo de accidente”.
El director de Serveis de Mobilitat del Ayuntamiento, Adrià Gomila, ha recalcado que «un carril bus lleno de obstáculos, es un autobús que circula mal», por lo que «cuanto más limpio esté el carril, mayor velocidad tendrá«. Desde TMB también han señalado que esta incorporación no sustituye la vigilancia de la Guardia Urbana, sino que la «completa«.
En 2023, la Guardia Urbana multó a 9.840 vehículos que circulaban o se pararon en el carril bus, y en 2022, a 12.416.
Source: Coches