Dom. Feb 2nd, 2025

En plena transición hacia la movilidad eléctrica, o eso es lo que se pretende desde Europa, el sector del automóvil parece algo perdido entre las cambiantes normativas de cada país y los estrechos márgenes de emisiones que deja la Unión Europea para que los fabricantes operen. Sin embargo, lo que se quiere desde arriba no siempre es lo que el pueblo desea o puede, y estamos viendo cómo la adopción del coche eléctrico va bastante más lenta de lo que querría Europa.

Tanto es así que, en países como España, si se analizan las compras de vehículos de segunda mano, el diésel sigue suponiendo más del 50% de las mismas. Si se analizan las nuevas matriculaciones, será más difícil encontrar un gran volumen de coches diésel, pero no por falta de ganas del comprador, sino porque muchos de los fabricantes, directamente, ya no ofrecen alternativas de gasóleo en sus gamas.

Ahora bien, esto no exime de que algún que otro tenga diversificada su estrategia, y uno de ellos es Mercedes-Benz. Y es que la firma de la estrella tiene vehículos puros de gasolina, Mild-Hybrid, híbridos enchufables combinados con un motor diésel y una familia de eléctricos puros llamada EQ. Así las cosas, Mercedes-Benz ha sabido adaptarse a las normas y ofrecer lo mejor de dos mundos con sus vehículos diésel electrificados: una etiqueta Cero con mecánica diésel para los híbridos enchufables y una etiqueta Eco derivada de mezclar un motor de gasóleo con un pequeño motor eléctrico de 48 V en el caso de los Mild-Hybrid.

En 20Minutos hemos probado en los últimos días uno de estos últimos, en concreto un GLC 220 d 4Matic Coupé, con microhibridación, etiqueta Eco y unos consumos que llegan a estar por debajo de los 4,5 l/100 km en autovía. Te contamos sus puntos más destacados.

1. Diésel con etiqueta Eco

Sí, aunque no es lo común, existen modelos diésel con etiqueta Eco. Estamos más acostumbrados a ver coches microhíbridos de gasolina, pero también existe la combinación con motores de gasóleo; algo que, en mi opinión, es perfecto, porque tenemos los consumos de un diésel y las ventajas de una etiqueta Eco de la DGT, con la que podremos acceder a cualquier zona sin limitaciones, pagar menos en las zonas de estacionamiento regulado, etc.

2. Consumos ajustadísimos

Al tratarse de un coche diésel, el Mercedes-Benz GLC 220 d 4Matic Coupé homologa unos consumos realmente bajos para el tamaño y peso del modelo, con 5,1 l/100 km como cifra oficial. Nosotros, durante nuestra prueba, hemos llegado a medir consumos de 4,5 l/100 km en autovía a velocidades de entre 100 y 120 km/h; aunque la media total de una semana de uso se quedó en los 5,9 l/100 km. Con esto, el GLC 220 d 4Matic Coupé nos marcaba autonomías superiores a los 1.000 kilómetros, algo a lo que ya no estamos acostumbrados con los modelos eléctricos o híbridos.

3. Prestaciones

El GLC 220 d 4Matic Coupé lleva en su nombre una de sus claves: 4Matic. Y es que la tracción a las cuatro ruedas hace de este modelo un SUV de los más versátil, porque no sólo nos será útil para largos viajes o para la ciudad, con su pegatina Eco, sino que también es perfecto para salir del asfalto o ir a la nieve. Hasta cuenta con una pantalla específica del modo Off-road en la que nos muestra datos como la inclinación de la carrocería, el ángulo de la dirección, el ángulo de la pendiente que vamos a afrontar, etc.

Además, con sus 197 CV de potencia, el GLC 220 d 4Matic Coupé se mueve realmente bien, con suficiente fuerza para afrontar adelantamientos de manera ágil, así como circular a altas velocidades sin comprometer el consumo, gracias también en parte a su caja de cambios automática de 9 velocidades. Es cierto que, para un SUV de 2.020 kilos, algo más de potencia no le iría mal, pero con los 197 CV que trae creemos que está en el equilibrio perfecto entre consumos y autonomías de primera, con prestaciones más que suficientes para la gran mayoría de la población.

4. Interior espacioso y funcional

Mide 4,76 metros de largo, 1,92 de ancho y 1,60 de alto, por lo que estamos ante un SUV de tamaño mediano tirando a grande. Su maletero tiene 545 litros en esta configuración de carrocería Coupé (el normal tiene 600), y en su zona trasera pueden viajar tres adultos de manera confortable, con un buen espacio para las piernas y un espacio para la cabeza algo más ajustado, pero correcto si no mides más de 1,85 metros.

5. Calidad interior y tecnología a bordo

El habitáculo del GLC está tan bien rematado como cabría esperar de un Mercedes-Benz. Atrás queda ese pequeño período en el que se le achacaba a la casa de la estrella un bajón en este aspecto. La firma de la estrella sabe que su reputación le sitúa un escalón por encima de sus rivales alemanes; BMW y Audi, y quiere seguir así. Allá donde toques encuentras materiales de primer nivel, como piel, que recubre desde los asientos al volante, pasando por las puertas o todo el salpicadero. También hay elementos en Alcantara, aluminio, algún que otro plástico blando y el dichoso Negro Piano, del que no nos cansaremos de decir que se araña con mirarlo y que no aguanta el paso del tiempo bien. Pero es la moda en la industria y parece que todos los fabricantes tienen que meterlo en algún sitio…

En el apartado tecnológico también merece una mención, porque Mercedes-Benz monta lo último en este plano. Su pantalla central de 11,9 pulgadas de combina con un cuadro de instrumentación digital de 12,3; haciendo que tengamos un sinfín de información disponible entre una y otra. Además, los menús y cómo está diseñado el sistema multimedia nos parece un acierto: sencillo y claro, con algunas funciones muy a mano, como acceder a los asistentes de conducción con tan sólo pulsar un botón, o poder desactivar la molesta alerta de límite de velocidad directamente desde la pantalla central con un único toque en un símbolo de una señal que siempre está visible en la parte superior izquierda.

6. Su precio

Desde 61.775 euros (64.621 euros en el caso del 220 d 4Matic diésel Mild-Hybrid), el Mercedes-Benz GLC ofrece una etiqueta Eco muy ventajosa y unos consumos excelentes, así como un SUV de gran tamaño para familias, tracción total y un nivel de acabados, materiales y tecnología, a la altura de su etiqueta. No es un precio para todos los bolsillos, eso está claro, pero es una buena alternativa familiar si puedes permitírtelo y, además, es de los pocos que encontrarás con una etiqueta Eco y un motor diésel.


Source: Coches

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por admin

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