Al igual que sucede con los coches de combustión por diésel o gasolina, las bajas temperaturas también afectan a los coches eléctricos. Las baterías de iones que alimentan estos vehículos pueden perder parte de su autonomía ante el frío.La batería de estos coches funciona, en resumen, gracias a reacciones electroquímicas que se ralentizan cuando desciende la temperatura. Ante esta reducción, tanto la autonomía de la pila como la capacidad de aceleración del vehículo se ven afectadas negativamente.Según un estudio publicado por la Asociación Americana del Automóvil, con una temperatura de 7 grados bajo cero la autonomía de cinco modelos eléctricos disminuyó un 12% respecto a los valores alcanzados con una temperatura normal (24 grados). Los coches analizados y comparados fueron el Tesla Model S, el BMW i3s, el Nissan Leaf, el Volkswagen e-Golf y el Chevrolet Bolt.Una solución a este problema sería calentar las baterías para que no sufrieran de una manera tan aguda los efectos del frío, pero este sistema de calefacción tendría que nutrirse de la propia pila, con lo cual no serviría para mucho. La marca Panasonic ya está trabajando en nuevas baterías de litio en estado sólido, que acusan menos las bajas temperaturas.El mismo estudio norteamericano demostró que las altas temperaturas tampoco son compatibles con las baterías de los coches eléctricos. La misma comparativa señaló que en temperaturas superiores a los 35 grados la autonomía se reducía en un 4%. No es un porcentaje especialmente significativo, pero afecta también a la vida de la batería.La misma reacción electroquímica del motor, que se ralentiza con el frío, se acelera con el calor, provocando que la pila se auto-descargue mucho antes y envejezca de una manera más rápida.Mientras avanza la tecnología y se acorta la espera para la llegada de las nuevas baterías y las mejoras relacionadas con la movilidad sostenible, la temperatura y los cambios de clima son un factor más a tener en cuenta para comprar un coche eléctrico.
Source: Coches
