Los extremos no son buenos y ni las altas ni las bajas temperaturas son recomendables para mantener en correctas condiciones un vehículo. El calor afecta en exceso a determinados elementos y acelera el desgaste de los componentes del vehículo, entre ellos, la batería. Con la batería del coche en mal estado corremos el riesgo de ir a coger nuestro vehículo y no conseguir que este arranque, quedándonos tirados en cualquiera que sea nuestro destino de vacaciones o, peor, en medio de la carretera.
Por eso es importante llevar la batería en el mejor estado posible antes de salir de viaje y, así, minimizar los efectos negativos del calor. Las baterías son muy sensibles a los cambios bruscos de temperatura, sobre todo hacia la parte superior del termómetro. Los grados de más hacen que el ácido del interior de la batería se seque con más facilidad y, si la batería está cerca del final de su vida útil, tiene muchas más posibilidades de estropearse.
Norauto da una serie de consejos para evitar sufrir una avería por culpa de la batería en verano, teniendo en cuenta que durante los meses estivales solo esta empresa llegue a atender más de 5.000 avisos de avería en carretera solo por este motivo
- Revisar la batería y comprobar que está en buen estado. Una revisión visual para comprobar que no haya mucho desgaste bastará.
- Cambiarla si se perciben problemas al arrancar o si tiene 4 años o más. Cuando se superan los 20 grados se puede producir un envejecimiento más rápido de esta pieza.
- No dejar el coche estacionado todo el verano, hay que intentar moverlo o arrancarlo con asiduidad para evitar la descarga de la batería.
- Llevar un arrancador o pinzas por si tiene poca carga. En este artículo puedes despejar algunas dudas de cómo se usan las pinzas para batería.
Source: Coches