Como cada año, la Operación Salida de las vacaciones del verano activa todos los dispositivos de Tráfico para controlar el flujo de las carreteras y autovías y mantener la seguridad vial, así que este 2020 no iba a ser distinto pese a que sí se espera un verano atípico.
Pese a la singularidad de este periodo, las autoridades de tráfico no han dejado de detectar malas conductas al volante, como excesos de velocidad o abuso de alcohol y drogas en la conducción. El retraso en las ITV también afecta al mantenimiento y al estado de los vehículos y, entre todos estos malos hábitos, destaca el uso de los smartphones, que además ha aumentado durante los últimos años.
Dentro de los puntos de control fijos, este año las 216 cámaras instaladas en las carreteras para controlar el uso del cinturón de seguridad también se encargarán de vigilar las distracciones provocadas por los teléfonos al volante, después de que el año pasado esta iniciativa diera buenos resultados.
Pero, además de estos puntos fijos, este verano el uso del móvil va a estar controlado sobre cuatro ruedas: la DGT tiene una flota de furgonetas patrullando las carreteras para detectar cualquier tipo de infracción de este tipo.
Lo primero que hay que reconocer es que estos vehículos no van de incógnito y su presencia en las calzadas en completamente oficial. Para distinguirlas de otras furgonetas es tan fácil como fijarse en su matrícula, ya que en la placa llevan las letras PGC en alusión al parque de tráfico de la Guardia Civil.
La razón de que vayan en estas furgonetas es que la posición de los ocupantes, que son siempre dos agentes de la Guardia Civil, está más elevada que el resto de los conductores que circulan en automóviles, por lo que les es más fácil detectar si se está manipulando el móvil con la mano. La multa, en este caso, es de 200 euros y la retirada de tres puntos en el carnet.
Source: Coches
