JAVIER MOLTÓ KM77.COM
- km77.com ha elaborado para el canal de motor de 20minutos una encuesta exhaustiva sobre la percepción del coche autónomo en España.
- Un 23% de la población estaría dispuesta a pagar más de 4.000 euros de sobreprecio por tener un coche autónomo.
- Un 76% de los españoles considera que en los coches sin conductor siempre debiera ir una persona con carnet de conducir.
El coche sin conductor ya es una realidad. Todavía no existen vehículos completamente autónomos, pero sí existen prototipos en muchos países del mundo que circulan de forma continuada, durante cientos de kilómetros, sin la intervención de ningún conductor.
Directivos e ingenieros del sector aseguran que a partir de 2020 los coches ya podrán circular por nuestras carreteras sin intervención del conductor. Ante esta inminencia, hemos preguntado al ciudadano español sus opiniones y preferencias sobre este nuevo producto de consumo, mediante una encuesta científica basada en 1.000 entrevistas por teléfono e internet. Es la primera encuesta de esta amplitud y rigor que se publica en España en torno al coche sin conductor.
Más de un 70% de los españoles hemos oído hablar del coche autónomo, principalmente a través de la televisión y de medios en internet. Entre ellos, la confianza está dividida a partes iguales. Un 42% de los encuestados (sumadas las dos columnas de la izquierda del siguiente gráfico) considera que un coche autónomo podría circular con tanta seguridad o más que uno conducido por un ser humano y un 44% desconfía de la capacidad de un coche para conducirse a sí mismo.
Cuando intentamos concretar este grado de confianza ante una situación cotidiana, un 33% de los encuestados asegura que se fiaría totalmente para llevar a sus hijos al colegio, nueve puntos porcentuales por debajo del 42% que aseguraba, antes de plantearse una situación específica, que el coche autónomo será tanto o más seguro que uno conducido por humanos.
La mayoría de estos coches autónomos se autoconducen con las mismas referencias que utilizaría una persona para conducirlo. Un sistema de cámaras (vídeo, radar, láser…) transmite la información recibida del entorno del coche, de delante, de detrás y de los laterales, a un ordenador y éste procesa la información recibida para formarse un mapa de la realidad que circunda el coche. Es exactamente lo mismo que hace el ser humano con sus ojos, sus oídos y su cerebro.
La cuestión es qué precio costará incorporar estos ojos, oídos y cerebro a los coches y si ese precio estará por encima de lo que los españoles estaríamos dispuestos a pagar por él. A la gran mayoría no nos serviría de nada que existieran coches autónomos si tuviéramos que pagar por ellos el doble de su precio actual, por ejemplo. Es lo que sucede con los coches eléctricos que, por muy deseados que puedan ser, tienen una demanda pequeña, por sus limitaciones de autonomía y por su elevado precio.
De momento, al menos para España, los fabricantes y los futuros vendedores de coches autónomos ya tienen una referencia. Si quieren vender grandes volúmenes de coches autónomos, el sobrecoste no debiera ser superior a 4.000 euros, porque no más de un 23% de españoles estaría dispuesta a pagar un incremento superior, según nuestra encuesta. Independientemente del precio, un 42% declara que nunca se compraría un coche autónomo.
Todavía no sabemos lo que costarán los coches autónomos, no sabemos qué sobreprecio tendrán con relación a los coches actuales. El hardware que necesitan ya está presente en algunos de los coches actuales de gama alta, pero en este campo lo que resultará caro será el software, todos los programas de reconocimiento e interpretación de imágenes y de toma de decisiones de los coches en función de esa interpretación del entorno. Este software sólo podrá amortizarse (abaratarse) si la confianza en estos productos es elevada y los fabricantes prevén que se vendan elevados volúmenes de coches autónomos. El precio final de venta, dependerá de su grado de aceptación en todos los mercados.
Las ventas de automóviles en España no llegan al 2% de las ventas del mercado mundial de automóviles, por lo que difícilmente las marcas ajustarán sus precios a las prioridades del mercado español. Si en otros países pueden obtener precios más acordes con sus expectativas, el consumidor español tendrá que adaptarse a la oferta, al menos durante los primeros tiempos de este nuevo producto.
Con ese horizonte de 2020 en la agenda, los fabricantes europeos dedican sus mayores esfuerzos a conseguir conducción autónoma en autopistas y autovías, en tanto que Google, que es la marca tecnológica que más información ha transmitido sobre su proyecto de coche autónomo, está centrada en el entorno urbano.
Según los datos de nuestra encuesta, los fabricantes europeos coinciden con la visión del consumidor español, que considera el coche autónomo mucho más fiable y seguro en autovías y autopistas que en zonas urbanas. Es significativo que la percepción de seguridad sea similar para zonas urbanas que para carreteras de doble sentido.
En España ya se venden coches que, cuando el conductor no responde (por ejemplo en caso de desfallecimiento), el sistema de conducción autónoma toma el control del vehículo y lo aparca en el arcén. Aunque este modo de conducción autónoma ya es una realidad, un 15% de los encuestados manifiesta que no es posible que un coche realice esta maniobra de forma autónoma. En cualquier caso, un 80% de los encuestados considera positivo que un coche pudiera actuar así.
Un factor al que un elevado porcentaje de conductores otorga mucha importancia es a la satisfacción que sienten al conducir. Un 47% de los encuestados manifiesta que disfrutarían más conduciendo ellos mismos que dejando el control en manos del coche. Es un porcentaje cercano al del 42% de personas que aseguran que nunca se comprarían un coche autónomo.
Quizá algún día veamos en las carreteras coches sin volantes ni pedales, como alguno de los prototipos presentados por Google. Sin embargo, tres de cada cuatro ciudadanos españoles considera que debiera ser obligatorio que dentro de un coche autónomo vaya siempre una persona con carnet de conducir, por lo que los coches sin pedales ni volante no tendrían cabida en nuestro país.
Los españoles confiamos más en los actuales fabricantes de automóviles de gama alta que en las marcas denominadas tecnológicas e incluso más que en alianzas entre fabricantes de coches y marcas de tecnología. Aun así, en este apartado, el número de respuestas sin preferencia definida es elevado, por lo que no se pueden establecer conclusiones categóricas.
Esta encuesta ha sido realizada por la empresa especializada QÍNDICE con el asesoramiento de km77.com para 20minutos. En esta web elaborada por QÍNDICE se pueden leer las preguntas exactas planteadas e interactuar con los resultados obtenidos.