Depende de la localidad en la que residas (y si tu coche duerme en la calle), no sería nada extraño que una mañana de estos meses amanecieras y te encontraras tu coche cubierto por un bonito manto de nieve. La imagen es preciosa, pero luego toca quitar la helada de encima y ahí se complica la cosa.Algo que nunca debes hacer si quieres conservar el parabrisas y las lunas de las ventanillas del coche intactas es rociarlo con agua caliente. La temperatura del agua sumada a lo fría que está superficie del vehículo puede hacer que los cristales exploten o se rompan. Descarta esta idea de tu lista de trucos cuanto antes.Tampoco eches sal sobre el hielo o la nieve, ya que este material, debido a su consistencia, puede rayar los vidrios. Evita también enchufar los limpiaparabrisas, ya que con la escarcha no pueden funcionar de manera normal y puede que se rompan.Lo primero es tener a mano un líquido anticongelante de una buena marca específica y rociarlo por encima de los cristales y del vehículo. A continuación puedes rascar el cristal con una rasqueta pero, si no tienes una, también sirve una tarjeta de plástico (que no vayas a necesitar, eso sí) o un CD (que ya no quieras escuchar, porque lo más probable es que se rompa).Si no dispones de anticongelante, puedes utilizar alcohol. Puedes verterlo sobre el hielo directamente o simplemente mezclarlo con dos partes de agua por una de alcohol. Una vez que lo apliques a la nieve o la escarcha conseguirás que esta se despegue con facilidad.Otro truco que menciona la compañía de seguros de Mapfre (algo menos recomendado), es encender el coche y, sin arrancarlo, activar la calefacción. Este método es algo más lento que los anteriores, pero al final el hielo se ablandará y podrás retirarlo del cristal sin dañar la superficie.
Source: Coches