Dom. Dic 22nd, 2024

Las motos de competición son una maravilla de ingeniería. Cada año, los equipos y sus ingenieros desarrollan nuevas mecánicas y ponen soluciones a los problemas que han surgido durante los campeonatos para llevar a la victoria. Pero, ¿qué las hace tan especiales?Las diferencias entre una moto de calle o comercial y una de competición radican en el peso, los neumáticos, el depósito y el consumo y otra serie de aspectos técnicos. Los analizamos uno por uno:-El peso. Pueden llegar a pesar hasta 30 kilos menos y eso, en cuestiones de agilidad a la hora de conducir, se nota.-Los frenos. Los discos de freno son sensiblemente mayores a los de serie y, además, cada casa desarrolla sus propios sistemas adaptados a la mecánica del vehículo.-La suspensión. Las de competición tienen, en comparación, una suspensión más dura reforzada con amortiguadores más firmes.-El motor. Este aspecto es fundamental. La potencia de un motor de competición puede superar hasta en 30 los caballos de motor e, indudablemente, va a tener una vida más corta que el de tu motocicleta.-El depósito de gasolina y el consumo de combustible. El tamaño del depósito está estipulado por el reglamento de la FIM y tiene más capacidad que los convencionales. Pueden llegar a consumir, además, 20 litros a los 100 kilómetros (más del triple que una moto convencional).-Los neumáticos. Obviamente, ya en las carreras televisadas se ve la gran diferencia entre las ruedas. Las slick para seco tienen una adherencia total al asfalto y disponen de gomas para pavimento mojado, que son más blandas.Hemos hablado del peso y de la mecánica, pero, ¿qué materiales se utilizan en una moto de competición? El aluminio y la fibra de carbono son los grandes protagonistas de las piezas de estos vehículos, según Repsol.El primero se utiliza para el chasis, las botellas de suspensión y otros elementos más pequeños, mientras que la fibra compone el subchasis, carenado y el resto de la carrocería. Por otro lado, el magnesio se utiliza para las tapas y los cráteres de los motores y el carbono para los discos de freno delanteros.No hay que olvidar, como última diferencia, el precio. Una de las motos que ves en la televisión puede llegar a sobrepasar los 200.000 euros de coste. Así que algo diferente tendrá para que valga casi diez veces más que la moto de gran cilindrada que puedas tener en el garaje.
Source: Coches

Share Button

por admin