En España, los aspirantes a obtener el carné de conducir se someten a un examen. A su lado tienen a su profesor de autoescuela. Detrás, al examinador de Tráfico que va tomando nota de su actuación. Pero esta imagen puede tener los días contados, porque ya se está probando un sistema que prescinde del examinador:su lugar lo ocupa, un móvil enganchado al parabrisas, informa Gizmodo.Es Microsoft quien ha puesto en marcha en la India un proyecto llamado HAMS (Harnessing AutoMobiles for Safety), en el que el examinador es un teléfono.El proyecto consiste en aprovechar los sensores que tienen los actuales smartphones. La cámara delantera monitoriza la cara del alumno, mientras que las cámaras principales graban la carretera. Un acelerómetro detecta la suavidad o brusquedad con la que el alumno maneja los mandos del coche y el GPS calcula la velocidad en función de lo permitido en la vía. Todo ello, manejado por una única aplicación.HAMS permite saber si el alumno comete o no fallos, porque el examen se realiza en un circuito cerrado, con marcadores que permiten al software si las maniobras están bien hechas, por lo que a día de hoy aún no es exportable al sistema español, en el que el examen se lleva a cabo en la vía pública.Pese a ello, los desarrolladores creen que no tardará en ponerse en marcha, ya que la tecnología necesaria ya existe.
Source: Coches