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- El Peugeot 308 es silencioso, suave y tiene un buen equilibrio entre comodidad y agilidad en curvas.
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El Peugeot 308 es un coche cómodo de conducir tanto por autopista como por carreteras con curvas. Tiene una buena puesta a punto de la suspensión (no es ni dura ni blanda) lo que favorece que tenga una buena respuesta en curva cuando se conduce a un ritmo alto en carreteras de montaña. En esto también influye que las sensaciones del volante son precisas y transmite bien el contacto de las ruedas con la carretera.
Es un vehículo que se desplaza con ligereza y cuya dirección responde correctamente. De hecho, por su agilidad da la sensación de que pesa menos de los 1.275 kg que indica el fabricante.
Realizamos la prueba durante un trayecto desde Madrid hasta Mérida en un 1.6 Blue HDi de 120 CV -un motor que se sustituyó en septiembre por el 1.5 Blue HDi de 100 o 130 CV debido a que la marca se ha tenido que adaptar a la normativa europea de contaminación Euro 6c, que entró en vigor el septiembre de 2017 (más información sobre este cambio de motores)-.
Su nivel de ruido en marcha fue correcto -en ciudad hace algo más de ruido el motor diésel, pero dentro de la normalidad-. También pudimos probar dicho modelo en carreteras de montaña y la sensación de silencio era correcta; casi no llegaba ruido ni de la suspensión ni de otros elementos del vehículo. El consumo de Madrid a Mérida (346 km), a una velocidad media de 102 km/h fue de 5 litros/100 km, según el ordenador del vehículo. A la vuelta, de Mérida a Madrid (331 km), haciendo de media 102 km/h fue de 5,3 l/100 km -a la vuelta encontramos algo de retención-. La mayor parte del tiempo el recorrido fue en autopista y con el control de velocidad activado.
El puesto de conducción es cómodo aunque al principio resultan extrañas las dimensiones más reducidas del volante, que además es un poco achatado por encima y plano por la parte inferior, hecho que facilita al conductor el acceso al asiento. Peugeot ha hecho el volante más pequeño porque el diseño del panel de instrumentos lo requiere. Ahora no se ven por la zona interna del volante sino por la parte superior. Lo probamos dos personas de distinta altura. Al más alto (1,80 cm de altura) le resultó muy cómodo tenerlo por encima. Al más bajo (1,74 cm) le costaba ver levemente algunas de las informaciones del panel a pesar de que se ajustó lo mejor que pudo tanto el asiento como el volante.
El nivel de equipamiento que probamos, de los seis que hay, fue el Active, que de serie tiene, entre otros, los siguientes elementos: climatizador automático de dos zonas, programador de velocidad (no activo), elevalunas traseros eléctricos, encendido automático de luces (en las pruebas que hicimos de noche en una carretera montañosa este sistema no funcionaba siempre adecuadamente; a veces el sistema apagaba las luces largas sin que hubiese un vehículo de frente) y limpiaparabrisas, sistema multimedia con Bluetooth y llantas de 16 pulgadas (en nuestro caso los neumáticos eran 255/40 ZR con unas llantas de 18 pulgadas).
Los asientos de cuero nos resultaron un poco resbaladizos y tanto en el caso del copiloto como el conductor, yendo con la climatización correcta, acabamos con la espalda sudada.
El sistema multimedia del vehículo tiene una pantalla táctil capacitiva de 9,7 pulgadas (la anterior era resistiva y se podía usar con guantes). Al principio es poco intuitiva y requiere un tiempo de estudio para conocer dónde están todos los elementos. Además, en algunas ocasiones, a pesar de que las suspensiones consiguen un buen equilibrio de marcha, cuando el copiloto manejaba la pantalla y había un bache, irremediablemente se confundía y daba a una función de la pantalla que no quería. No obstante, ahora es más precisa y rápida al contacto con la mano que con la pantalla resistiva anterior. Además, aunque dé el sol directamente sobre la pantalla su lectura es correcta.
Nuestro 308 (imagen abajo) también tenía un techo corredizo que al plegarse daba bastante luz al interior del habitáculo. Con el techo plegado no nos dio excesiva sensación de calor a pesar de que durante el trayecto tuvimos una parte del tiempo el sol sobre nuestras cabezas.
En cuanto a los asistentes a la conducción, pudimos probar el nuevo programador de velocidad. Ahora funciona sobre los frenos y el motor para mantener la velocidad y la distancia seleccionada (aunque en nuestro caso ésta última no estaba disponible ya que en el equipamiento Active no se incluye).
El sistema de reconocimiento de señales de tráfico, a nivel informativo, es interesante para recordar al conductor la velocidad de la vía aunque no cambia la velocidad. Es el que lleva el volante el que debe dar la orden con un botón. En la unidad que nosotros probamos con el equipamiento Active no existe esta opción, pero en otros equipamientos de nivel superior el programador puede para el coche si el vehículo que circula por delante se detiene. Esto ocurre solo a baja velocidad (unos 30 km/h).
El sistema de mantenimiento de carril funcionaba correctamente. En el caso de que no sigamos las líneas de la carretera (solo sirve para autovista y vías con curvas amplias) el coche corrige la dirección para no salirse del carril. Es solo una ayuda, no un sistema de conducción autónoma por lo que pasados unos 15 segundos el sistema se desconecta. Es importante señalar que con este sistema, si queremos cambiar de carril, debemos accionar el intermitente. Si no, el sistema no sabrá que nos cambiamos de carril e intentará quedarse en el mismo.
También probamos la opción del asistente de aparcamiento «Park Assist» (vídeo demostrativo). De las veces que lo utilizamos, en todas las ocasiones resultó una ayuda satisfactoria, tanto en la entrada a una plaza en línea, como la entrada a una plaza en batería como la salida de una plaza de estacionamiento. Sin embargo, hay detalles que queremos advertir: para seleccionar este asistente al aparcamiento tenemos que acceder a la pantalla táctil, lo que implica que puede distraer de la conducción al tener que retirar la vista de la carretera durante un tiempo si no hay un copiloto. Por tanto, es importante preparalo con el vehículo detenido, hecho que por las circunstancias de ciertas vías no siempre es posible. Para aquellos que no sepan aparcar o les cueste mucho, es una opción suficiente ya que solamente tendrán que accionar los pedales del freno y el acelerador además de cambiar de marcha. El vehículo es el que decide cuándo giran las ruedas.
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Source: Coches
