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- En la Universidad Politécnica de Valencia han desarrollado un sistema inteligente de transporte llamado ramp meter.
- Dosifica el número de vehículos que entran en una rotonda cuando se encuentra atascada.
- El coste aproximado de este sistema ronda los 14.300 euros.
- Ayudaría a reducir las emisiones ya que el conductor para menos veces y durante menos tiempo.
- ENLACES RELACIONADOS: Cómo se circula en una rotonda.
Las rotondas o glorietas sirven para rebasar un cruce de carreteras sin que haya semáforos ni señales de stop. Pero si el flujo de tráfico de una rotonda es más grande de lo habitual, comienzan a producirse pequeños (e incluso grandes) atascos en las entradas de las rotondas.
Algunas de las soluciones más habituales ante este problema suelen ser ampliar la rotonda y el número de carriles, construir carriles de giro directo a la derecha, crear enlaces a distinto nivel o poner semáforos en la rotonda. Pero en muchas ocasiones estas soluciones no se pueden llevar a cabo por limitaciones presupuestarias o medioambientales y el problema de los atascos en las rotondas sigue existiendo.
Ante este problema, investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), han planteado un sistema inteligente de transporte llamado ramp meter. Un sistema que se utiliza ya en algunos accesos de autovías y autopistas extranjeras con la misión de dosificar el número de vehículos que entran a la vía principal cuando está atascada. Los investigadores valencianos quieren aplicar este método en las rotondas, así lo informa la agencia Sinc.
La autora principal de la investigación, Mariló Martín-Gasulla, explica que «la demanda del acceso principal más cargado se controlaría con el detector de colas (un dispositivo magnético situado dentro del asfalto para detectar los coches) y que, a su vez, se conecta con un semáforo inteligente situado en otro acceso menos congestionado, pero que bloquea al primero».
(Fuente: SINC)
Su función, agilizar la circulación
La investigadora ha añadido que «de esta forma, mediante la programación, en el anillo se pueden generar unos huecos más largos para que los aprovechen los conductores de la vía más atascada y del resto de entradas. De esta forma se agiliza la circulación y mejora la operatividad global de la rotonda y se pueden reducir las demoras hasta en un 60%».
El estudio se ha publicado en la revista Transportation Research Record, en el que se utilizaron datos de tráfico reales de una rotonda de El Saler (Valencia) y técnicas de microsimulación. El coste aproximado de este sistema inteligente ronda los 14.300 euros. Los semáforos solo se utilizarían en algún acceso particular para regular el tráfico de la rotonda según las necesidades de cada momento.
El sistema se mejora aún más programando unos tiempos mínimos de luz verde (o apagada) y roja y un tiempo máximo de la luz roja, con la intención de no retener durante demasiado tiempo a los conductores del acceso dosificado. Los investigadores dejan claro que el sistema solo entraría en funcionamiento cuando la demanda de vehículos así lo necesite.
Influencia del comportamiento de los conductores
Esta propuesta está enfocada para rotondas localizadas en España de un solo carril en cada acceso. La investigadora Mariló Martin-Gasulla señala que «cualquier extrapolación a otro entorno podría tener imprecisiones, porque el comportamiento de los conductores cambia notablemente de un país a otro, y más teniendo en cuenta que la proliferación de rotondas en España supone que aquí hay un mayor nivel de conocimiento a la hora de circular por ellas, con maniobras más eficientes y agresivas que en otros países».
Otra de las ventajas de este sistema según apuntan sus creadores, es que al reducirse la demora y longitud de la cola del atasco, se ayuda a reducir las emisiones contaminantes porque el conductor para menos veces y durante menos tiempo.
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Source: Coches