El “matrimonio” entre Donald Trump y Elon Musk no está siendo del agrado de los inversores. Tampoco de los clientes que hace unos meses compraban sus coches como dogma de fe y ahora tienen muchas dudas.
El caso es que las acciones del fabricante de coches eléctricos se desploman (han bajado más de un 40%) y no solo por cuestiones políticas, sino también por los problemas de transición entre modelos a nuevas generaciones.
La competencia que le ha salido desde China, especialmente con BYD e imaginamos que también pasará lo mismo con Xiaomi, y el desembarco del remozado Model Y son otros dos aspectos muy a tener en cuenta y que estarían provocando esta debacle de la marca de eléctricos.
Y es que actualizar un modelo que es el más vendido en el mundo entre los vehículos cero emisiones no es baladí. Por eso Tesla ha tenido que calibrar con la precisión de un reloj suizo este lanzamiento con el que piensan, independientemente del posicionamiento de Elon Musk en el gobierno de los EE.UU., volver a la realidad de un mercado que hasta ahora han dominado con mano de hierro.
Pantalla digital para las plazas traseras
Sin perder su estilo tan particular, el Model Y de 2025 presenta cambios estéticos en todos los lados de la carrocería que ahora es más aerodinámica. Son nuevas las ópticas, los paragolpes o las llantas, mientras que en el interior lo que más llama la atención es una pantalla digital de 8 pulgadas para los ocupantes de las plazas traseras.
En el capítulo mecánico, la versión de arranque utiliza un único motor de 299 caballos de potencia y homologa 500 kilómetros. Sobre esta base encontramos otra variante de autonomía extendida con 347 CV y 622 kilómetros de alcance. La oferta culmina con la versión de dos motores, tracción total que ya se va a los 514 caballos de potencia. Los precios son de 44.900, 49.990 y 52.990 euros respectivamente.
Source: Coches
